Un cazador, está perdido en el medio del
bosque, sin el más mínimo sentido de la orientación, ni aunque él se hubiera
subido al más alto de los arboles habría distinguido, siquiera por donde había
venido. Solo una enorme flora verde.
Como esta historia ocurrió hace ya mucho
tiempo atrás andar en el bosque solo por la noche era muy peligroso, y ya estaba
cayendo el sol. Este hombre para tratar de escapar decidió ir en una sola
dirección, quizás ayudaría, de todos modos luego de muchos kilómetros, pudo
divisar una cabaña que parecía estar deshabitada,
por lo menos en ese momento, el hombre después de todo toco la puerta y esta se
abrió, sin pensarlo dos veces el hombre entro se sacó los zapatos y se recostó,
todo esto a oscuras, ya que no había luz pues era una cabaña en el medio del
bosque, la única luz era la de la luna que se filtraba, y gracias a esa luz,
pudo distinguir que esa cabaña tenia retratos, retratos que más temprano que
tarde se tornaron perturbadores, ya que
en ellos había rostros apilados, con caras deformes, asquerosas que asustarían a
la gran mayoría, de todas maneras el hombre corrió la mirada por encima del
hombro y al fin pudo dormir. No sabemos lo que le paso a este hombre, si logro
salir del bosque o no, pero lo que sí sabemos es que al despertar se dio cuenta
que no había ningún retrato, solo ventanas…
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