Numerosos mitos unen
a los dioses entre sí; el más conocido es el de Osiris, el cual gobernaba en Egipto como
un rey sabio y justo, enseñando a sus súbditos a labrar la tierra, obedecer las leyes,
pero su hermano Set (encarnación del mal), envidioso por el éxito de su hermano, le
tendió una trampa, invitándolo a un festín, en el cual preparó un cofre que prometió
obsequiar a quien entrara exactamente en él. Curiosamente ninguno de los invitados logro
realizar tal proeza, salvo su hermano Osiris, que si lo consiguió, al instante de
introducirse al cofre, Set, junto con algunos cómplices, lanzó en una caja a Osiris al
río Nilo. Cuando Isis supo del complot cometido, se marcho vertiginosamente al río,
gracias a sus poderes logro encontrar a su esposo, ocultándolo en el pantano, no obstante
Set, logro encontrar el escondite y lleno de ira, descuartizo el cadáver de Osiris y
nuevamente lo arrojo al río, Isis al no saber nada de su esposo, comenzó a buscarlo en
el pantano, sin embargo lo único que logro fue conseguir pedazos y enterró cada uno de
ellos en el sitio donde los encontró, posteriormente Horus, hijo póstumo de Osiris, se
enfrentó a Set, para vengar a su padre y así subir al trono de Egipto y poder seguir con
la labor desempeñada por su padre.
La leyenda del Nacimiento del
Nilo:
En el año de reinado número 18 del Rey Tcheser, hubo usa sequía por todo Egipto debido
a que el Nilo llevaba 7 años sin inundarse. Por ello, cualquier grano escaseaba, los
campos y los jardines no producían nada y por tanto las personas no tenían alimento. Los
hombres se debilitaban, los ancianos fallecían, los niños lloraban de hambre y muchas
personas se transformaron en ladrones por el poco alimento que existía. El Rey se acordó
del dios I-em-hetep, (hijo de Ptath), que en otra ocasión había librado a Egipto de
parecido desastre, pero dicho Dios no hizo acto de presencia frente a las rezos del
manadatario de Egipto. El Rey envió un mensaje preguntandole a Mater, gobernador del Sur,
donde se ubicaba la fuente del Nilo y quien era el dios o diosa del rio?. De esta manera
Mater le habló de la maravillosa isla de Elefantina, donde yacía la primera ciudad que
jamás se conoció, que de ella salía el Sol para para conferir vida a la humanidad. En
esta isla también existía una cueva doble, Querti, con la forma de 2 pechos, y de dicha
cueva surgía la inundación del Nilo para bendecir la tierra con gran majestad cuando el
dios Khnemu abría la puerta en la estación apropiada del año. Al saber quien era el
dios encargado del rio, procedió a ofrecer sacrificios e hizo súplicas ante él en su
templo. El dios lo escuchó y apareció ante el Rey angustiado y dijo: "Yo soy Khnemu
el Creador. Mis manos descansan sobre ti para protegerte y para sanarte. Te doy un
corazón… Yo soy el que te creó, soy el primitivo abismo acuoso, y yo soy el Nilo
que se levanta a su antojo para conferir salud a quienes se afanan , yo soy el guía y
dirigente de todos los hombres, el Todopoderoso, el padre de los dioses, Shu el poderoso
amo de la Tierra", Y luego el dios le prometió al Rey que súbitamente el Nilo se
levantaría todos los años como antes y que la sequía se acabaría y llegaría el bien a
la tierra, también le contó al Rey lo abandonando que se encontraba su templo de
adoración, fue por ello que se decretó que las tierras en cada lado del Nilo cerca de la
isla donde moraba Khnemu debían ser conservadas como la dote de su templo y el Rey
ordenó que este decreto fuera tallado en una estela de piedra y se colacara en un lugar
prominente como prueba duradera de su agradecimiento al dios Khnemu, el dios del Nilo.
El Cerdo
Negro: Ra, Set y Horus
están implicados en una leyenda egipcia que intenta explicar los eclipses del Sol y la
Luna. Set y Horus eran amargos rivales, pero Set no se atrevió a entrar en combate
abierto, ya que temía a Horus como la maldad teme al bien. Así que maquinó unos planes
que le permitieran derrotar a su temible enemigo. Un día Horus buscó a Ra con la
petición de que se le permitiese leer el futuro en sus ojos. Ra le otorgó dicha
petición voluntariamente debido a su amor por Horus, el ser amado de los dioses y del
hombre. Mientras conversaban pasó a su lado un cerdo negro, un enorme animal siniestro,
de aspecto feroz, con ojos que brillaban con astucia y crueldad. Ahora bien, aunque ni Ra
ni Horus fueron conscientes del hecho, el cerdo negro era el mismo Set, que tenía el
poder de adoptar la forma de cualquier animal que quisiera. "Qué monstruo más
malvado", exclamó Ra, al mirar al animal. También Horus dirigió su mirada hacia el
cerdo negro que seguí sin reconocer como su enemigo. Ésta era la oportunidad de Set, se
abalanzó sobre Horus arrancándole un ojo y se lo tragó, pero Ra le obligó a
devolvérselo. Sin duda, los ojos de Horus son el Sol y la Luna, uno de los cuales es
tragado o destruido por el "cerdo negro" durante un eclipse. La devolución de
la luz a la tierra acaece gracias a ala felicidad de Horus por ser obsequiado con la
ciudad de Pe.
El Lugar del
Castigo: Aunque no
parece haber existido una parte del Duat (mundo subterráneo) reservada especialmente para
los malvados, éstos eran lo suficientemente atormentados de muchas maneras como para
hacer de su existencia un castigo por cualquier mal cometido durante la vida. En un
extremo de esta región había fosos de fuego presididos por unas deidades tenebrosas que
supervisaban la destrucción de los cuerpos de los muertos y los despedazaban antes de
quemarlos. Sin embargo, su castigo era mitigado por la aparición de Ra-Osiris en su viaje
nocturno, ya que al acercarse sus tormentos cesaban momentáneamente. Las deidades que
imponían el castigo sobre los condenados eran los enemigos de Ra-Osiris,
personificaciones de la oscuridad como la noche, la niebla, la bruma, el vapor, etc, y
éstos eran destruídos a diario por los rayos de fuego de la luminaria. Éstos eran
retratados en forma humana, y las escenas de su destrucción por el fuego a menudo se han
confundido equivocadamente como representación de quema de las almas de los condenados.
Este malvado anfitrión se renovaba con cada revolución del Sol.
Maldición y Nacimiento: Nut, la
diosa del cielo, era la mujer de Ra. Sin embargo, era amada por Gheb a cuyo amor
correspondía. Cuando Ra descubrió la infidelidad de su esposa, se puso rabioso y la
maldijo, diciendo que su hijo no nacería en ningún mes ni en ningún año. La maldición
del poderoso Ra no podía ser ignorada, debido a que Ra era el jefe de todos los dioses.
Angustiada, Nut apeló al dios Thot, quien también la amaba, Thot sabía que la
maldición de Ra debía cumplirse, pero encontró una vía de salida al problema, mediante
una estratagema muy hábil. Acudió a la diosa de la Luna, cuya luz rivalizaba con la del
Sol mismo, y le retó a un juego de mesa. Las apuestas por ambos lados eran altas, pero la
diosa de la Luna apostó un poco de su luz, la decimoséptima parte de cada una de sus
iluminaciones, y perdió. De aquí procede que su luz mengua y disminuye en ciertos
períodos, de tal forma que ya no es rival del Sol. De la luz que le había arrebatado a
la diosa de la luna, Thot creó cinco días, de tal manera que no pertenecían ni al año
anterior, ni al año siguiente, ni a un mes. Nut tuvo a sus cinco hijos durante esos
días: Osiris nació el primer día, Horus el segundo día, Set el tercer día, Isis el
cuarto día y Neftis el quinto.
Los Siete Seres Sabios: Se
encuentra en ocasiones a Ptah en compañía de unos seres llamados Los siete Seres Sabios
de la diosa Meh-urt, que era su madre. Salían del agua, de la pupila del ojo de Ra, y
adoptaron la forma de siete halcones, que salieron volando, y junto con Thot presidieron
la enseñanza y las letras. Ptah, como arquitecto, realizando los diseños de Thot y sus
acompañantes, de igual modo que la diosa Sekhmet, tenía algo de sus atributos.
Ojo de la
Luna: El ojo izquierdo de
Horus, representaba a la Luna, lucharon Set y Horus por este ojo, finalmente el malvado
Set consiguió robarlo y devorárselo (menguante lunar), pero Horus mismo le arrebató el
ojo a su enemigo con la ayuda de otros dioses, extirpándolo del vientre de su envidioso
tío. Horus se lo presentó a su padre Osiris, ayudándole así a obtener una nueva vida.
Pesando el
Corazón: El Juicio
final se celebraba en la Sala de las dos verdades. En ella, Anubis pesaba el corazón del
difunto para comprobar el peso causado por los pecados cometidos. Si era más ligero que
la pluma de la verdad (pluma de Maat), la persona vivía eternamente. Si no, arrojaban el
corazón al monstruo Ammit, "Devorador de muertos".
ECO:
Ninfa, habitante de los
montes, los valles y los barrancos, era la personificación del eco, se cuenta que un día
se enamoro perdidamente de Narciso, (hijo del río Cefeso), que rechazó su amor, la pobre
ninfa vagó entonces por valles y bosques, llenándolos a su paso con lamentos, hasta
consumirse de amor y dolor. Sus huesos se transformaron en rocas. Lo único que se
conservó fue su voz, que responde débilmente en los lugares solitarios cuando se le
llama.
CAJA DE PANDORA: Según la
mitología griega, fue la primera mujer mortal que dio Zeus a los hombres, frente a todas
las tempestades, Hefesto por ordenes de su padre, moldeó en arcilla a este personaje, y
con una chispa de fuego le dio vida, Afrodita le concedió la belleza, Atenea la
sabiduría y la habilidad en todos los terrenos, Hermes la palabra fácil y el ingenio
rápido, de esta manera fue llamada Pandora, que en griego significa "todos los
dones". Fue esposa de Epimeteo, antes de casarse Zeus le entregó a Pandora una
pequeña caja, con la instrucción de que nunca la abriese, así pasaron días, y
aprovechando que su esposo no estaba, su curiosidad fue más fuerte que la prohibición, y
cuando la abrió salieron todos los males de la humanidad, sin embargo en el fondo de la
caja quedó la esperanza. De allí parte el dicho: "La esperanza es lo último que se
pierde"
HERMAFRODITO: Hijo de Hermes y de
Afrodita, educado por las ninfas en el monte Ida. Reunía en si los dos sexos. Esta
anormalidad se debía a que la ninfa Salmácide se enamoro de él, sin ser correspondida.
La muchacha pidió a los dioses abrazar al joven tan fuertemente que nadie los pudiese
separar, quedando así unida a él para siempre. Fue escuchada y desde entonces, ambos
cuerpos formaron uno sólo.
NARCISO:Hijo del río Céfeso, era
un bellísimo joven, de quien se enamoró la ninfa Eco, sin ser correspondida, Narciso fue
castigado por su dureza de corazón por Afrodita, que le hizo enamorarse de sí mismo un
día que se acercó a beber agua en una fuente, y observó su propia imagen reflejada en
la superficie del agua, al intentar abrazarla cayó al agua y se ahogó. Su nombre fue
perpetuado en forma de flor, que es símbolo de la belleza carente de sentimientos.
PROMETEO:Hijo del Titán Japeto y
de Climena. Según dice la leyenda, Zeus desató el diluvio universal con el fin de
arrasar con todos los seres humanos. Prometeo le dijo a su hijo Decaulión que construyera
un arca donde pudiera salvarse él y su esposa, para continuar así la especie humana. A
Prometeo se le debe la medicina, la medida del tiempo, la navegación, el fuego (que se lo
robó a los dioses). Zeus no le tenía nada de simpatía y un día decidió ordenar a
Hefesto que encadenara a Prometeo a la cima de una montaña muy alta donde un águila le
comería en la mañana el hígado y luego en la noche le crecería de nuevo el mismo
órgano para que a la mañana siguiente volviera el águila a continuar el torturante
ciclo. Sin embargo, Prometeo sabía un secreto de Zeus y fue por éste que Zeus lo
liberó. El secreto era que si Zeus tenía un hijo con Tetis éste sería más poderoso
que su padre. Entonces Zeus decidió dar a Tetis en matrimonio a Peleo, y de ellos nació
Aquiles, héroe de Troya
PERSEO:Se cuenta que Acrisio Rey de
Argos, escuchó de los oráculos la profesía que el amor de su hija Dánae sería funesto
para él. Entonces decidió encerrarla en una torre donde no pudiera verla ningún hombre.
Zeus estaba enamorado de ella y se convirtió en lluvia de oro para poseerla. De esta
forma nació Perseo. Acrisio encerró a Perseo y a su madre en una caja y la botó al mar.
Zeus ordenó a las olas a que condujesen la caja a orillas de la isla Serifos. El Rey de
la isla era Polidectes, quien los rescató y varios años después se enamoró de
Dánae.Cuando Perser se hizo hombre, el Rey le sugirió que si quería la mano de
Hipodamia debería hacer una gran hazaña. Perseo aceptó la propuesta y dijo que traería
la cabeza de Medusa: Su aventura fue todo un éxito y le cortó la cabeza a la gorgona
escapando sobre Pegaso. En el viaje de regreso, al pasar por Etiopía, salvó a Andrómeda
de un monstruo marino que la iba a devorar. Cuando llegó a Serifos y se dió cuenta que
el Rey sólo quería alejarlo de la isla cuando le sugirió lo de la gran hazaña, lo
convirtió en piedra enseñándole la cabeza de medusa. Se convirtió en Rey de Serifos,
le devolvió los talones alados a Hermes, le dió la cabeza de Medusa a Atenea y se casó
con Andrómeda, con la que tuvo a Micenas, Alceo, Esteneleao, Helio, Néstor y Electrión.
La Guerra por
Etain: Según cuenta la leyenda, Etain, hija de Etar creció con una belleza
envidiable. Echoy, rey de Irlanda, quien andaba buscando una buena mujer para casarse, se
enamoró de ella nada más al verla. Se casó pues con ella y pasaron años juntos. Eochy
tenía un hermano llamado Ailill. Sucedió que Aillil cayó enfermo y nadie sabía la
causa de sus males. Él mismo le confesaría después a Etain que la causa era su amor por
ella, y la convenció de que si no llegaban a consumar ese amor él moriría. Etain se
cita con Ailill para amarse pero éste no llega a la cita. Quien llega es Midir el
Orgulloso, quien le dice que él había hechizado a Aillil para poder citarse en ese sitio
con ella. El le pide que se fuera con él a la Tierra de la Juventud, pues ya Fuamnach
había muerto.Etain no entendía nada, así que Midir le explicó todo su pasado. Poco
después se fueron los dos esposos inmortales. Eochy se enfadó mucho al saber de la fuga
de su esposa, y fue donde un famoso druida quien le informó donde estaba el palacio de
Midir. Eochy y su ejército fue a buscarla a la Tierra de la Juventud y encontró fuerte
resistencia por parte de la gente de Midir, pero al final quedaron acorralados y Midir
tuvo que ceder y le dijo a Eochy que se la entregaría. Entonces, ante los ojos de Eochy
desfilaron 50 doncellas tan igual de bellas como Etain. Midir dijo: "escoge a tu
verdadera esposa". Se dice que Etain le hizo una señal y así pudo él acertar la
escogencia. Etain volvió a vivir con Eochy y le dio una hija a quien llamaron también
Etain.
Cuchulain y las dos pruebas de
Skatha:
Se dice que Cuchulain decidió un día ir a la Tierra de las Sombras para aprender del
arte de la guerra con Skatha. En el camino se encontró con el legendario Puente de los
Obstáculos, el cual estaba suspendido sobre unas aguas turbulentas y llenas de monstruos
violentos. Cuando alguien intentaba cruzar el puente, éste se levantaba y lo devolvía a
su origen. Cuchulain lo intentó varias veces, pero justo cuando llegaba a la mitad, el
Puente de los Obstáculos lo sacudía y lo mandaba al otro lado. En un intento final, de
un sólo salto llegó hasta la mitad y con otro salto llegó hasta donde estaba Skatha
esperándole. Estuvo un año y medio aprendiendo con Skatha. Ésta le enseñó a usar el
Gae Bolg (bella lanza) y se convirtió en experto en esta poderosa arma.
El Arpa de
Dagda: Se cuenta que el arpero de Dagda
cayó prisionero de los fomorianos. Fueron entonces Dagda y Lugh hasta el campamento
enemigo a rescatarlo. Allí vieron, colgada de una pared,el arpa. Dagda la llamó y voló
inmediatamente a donde estaba él, matando a nueve hombres que se atravesaron en su
camino. Una vez en sus manos, Dagda tocó una música mágica y los fomorianos cayeron en
un largo sueño y lograron escapar.
La pelea entre Shiva y
Krisna:
Se cuenta que Anhiruddha, nieto de Krisna, estaba enamorado de una bella joven llamada
Usha. Este romance no era bien visto por Bana, el padre de Usha. Así que, en una ocasión
en que Anhiruddha intentó encontrarse con Usha, el rey Bana lo apresó. Cuando Krisna se
enteró de lo sucedido le pidió al rey que lo liberara. Éste no accedió. Fue entonces
que Krisna se declaró en pie de guerra contra Bana y lo atacó. En defensa del rey
apareció Shiva y su hijo Kartikeya. La pelea fue fuerte y salvaje. Al final Kurtikeya
huyó del sitio de batalla y Shiva se quedó sentado en su carro, pues estaba sumamente
cansado. Krisna decidió utilizar su mejor arma: su disco maravilloso. Lo lanzó contra
los cien brazos de Bana y los cortó de un solo tajo. Cuando quiso lanzarlo de nuevo Shiva
intercedió en defensa de su amigo y mandó a liberar a Anhirudda. Krisna le dijo a Shiva:
"debes comprender que tu no eres distinto a mi, eres lo que yo soy".
El nieto de Krisna estaba
encarcelado en la ciudad de Sonitapura.Cuando fue en busca de él, Krisna se tuvo que
enfrentar a La Fiebre, una temible emanación de Shiva, que tenía tres pies y tres
cabezas. Krisna creó a su vez otra Fiebre y fue así como pudo enfrentar a este poderoso
rival. Cuando al fin lo derrotó, La Fiebre enemiga le dijo: "Quienes mantengan en su
mente la batalla entre nosotros dos, no sufrirán de enfermedades febriles nunca".
El Exilio de
Rama: Se dice
que el rey Dasaratha deseó abdicar a favor de su hijo Rama, pero su esposa Kaikeya lo
convenció para que no lo hiciera, y que más bien lo mandara a vivir fuera del reino
durante catorce años. Dasaratha tuvo que acceder a esta petición pues había jurado ante
los dioses que cumpliría cualquier deseo de su consorte. Fue asi como Rama, su esposa
Sita y su hermano Lakshman se dedicaron a una vida de ascetismo en el bosque.
Muchas fueron las aventuras por las
que atravesaron. Un día, estando Rama y su esposa debajo de un árbol, se encontraron con
una gigante de nombre Suparnakha.Esta era hermana de un temible gigante llamado Ravana. Al
pasar por allí y ver a Rama, la gigante se enamoró apasionadamente y sin perder tiempo
trató de convencerlo de que se fuera con ella.
Rama respetuosamente le explicó
que ya era casado, pero Suparnakha no le importó y amenazó con matarla si era necesario.
Rama entonces defendió a su mujer y con ayuda de su hermano le cortaron la nariz y las
orejas a la gigante. Cuando Ravana se enteró de lo que le pasó a su hermana, se
enfureció y juró vengarse. Para ello decidió raptar a sita y hacerla su propia amante.
Así lo hizo y la alejó de Rama. Por un buen tiempo Rama y su hermano buscaron a Sita,
pero no la encontraron. Un buitre llamado Sampati les dijo al fin donde estaba. El sitio
era muy lejano y había que construir un gran puente. Sugriva, rey de la tribu de los
monos, agradeciendo un favor de Rama, le ofreció toda su ayuda para recuperar a su amada.
Mandó a su comandante en jefe Hanuman para que se encargara de todo.
El puente se construyó en cinco
días y los ejércitos de los monos junto con la tribu de los Dasyas invadieron la tierra
del gigante Ravana. La gran batalla fue brutal. Rama cayó herido gravemente en dos
oportunidades. En la primera le salvó la vida Garuda, el pájaro de Visnu. En la segunda
fue Hanuman, quien dando uno de sus saltos maravillosos fue hasta los Himalayas y trajo en
cuestion de minutos unas hierbas curativas. Al final se enfrentaron cara a cara Ravana y
Rama. La lucha fue sangrienta y Rama salió victorioso gracias a sus flechas
maravillosas.Sita fue liberada y se reencontraron los dos felices esposos.
Krisna Levanta el Monte
Govarddhana:Se cuenta que en cierta ocasión, Krisna quiso molestar a Indra. Para ello
se dirigió a unas pastoras que se disponían a adorar al dador de la lluvias (Indra).
Krisna les recomendó que adoraran mejor al Dios de la montaña, pues éste proveía de
hierba para alimentar al ganado. Entonces Krisna se dirigió a la cima de la montaña y
esperó a que llegaran las pastoras. Una vez que estaban allí, les dijo: "Yo soy la
montaña". Esto irritó mucho a Indra y mandó a toda la región un gran diluvio. Al
ver esto, Krisna levantó el monte Govarddhana con una mano y lo sostuvo a manera de
paraguas protegiendo a todos por siete días con sus noches. Indra reconoció la grandeza
de Krisna y lo alabó terminando así su ira.
Kurma (La Tortuga) y el Océano
de leche. Un sabio Brahman llamado Dervaras, regaló cierto día una hermosa guirnalda
a Indra. Éste le agradeció el gesto al sabio y la colocó en la cabeza de su elefante.
Pero el paquidermo se excitó con el perfume que tenía la guirnalda y la tiró al suelo.
Dervaras entendió esto como un desprecio y una ofensa. Decidió entonces maldecir a Indra
y a todos los dioses diciéndole que su reino terminaría pronto. Los Dioses pronto vieron
perder su poder y temieron ser vencidos por los asuras (demonios). Fue Visnu quien ideó
un plan para combatir la maldición. Reunió a los demás Dioses y les dijo: "Tomad
plantas y hierbas de distintos tipos y echadlos en el mar de leche.
Tomad a la montaña Mandava como palo de batir y a
Vasoki, la Serpiente, como soga. Juntos batid el océano para producir el brebaje fuente
de toda fuerza e inmortalidad". Así hicieron los dioses y Visnú llevó a cabo su
segunda encarnación en la tierra en forma de tortuga, para ser utilizada como eje para la
gran "batidora" del océano. Cuando batieron el mar de leche, surgió de las
aguas en primer lugar: la Vaca Sagrada Surabhi, fuente eterna de leche y mantequilla.
Luego saldrían: Varuni, la diosa del vino; Parijata, árbol del paraíso; las apsaras,
coro de ninfas celestiales y la luna. Después aparecería la más bella de todas las
diosas: Sri o Laksmi, quien luego se casaría con Visnu. Al final surgió Dharvantari,
médico de los dioses. En su mano sostenía la copa del néctar milagroso. Cada uno de los
dioses tomó del brebaje y volvieron a ser poderosos, terminando así con la maldición de
Dervaras.
El martillo de Thor:
Un día al despertar, Thor se percató de la falta de su esplendoroso martillo,
consternado, acudió a Loki, y éste le respondió que quizás fue raptado por algún
gigante, de esta manera fue volando con el traje mágico de Freya, a la tierra de los
gigantes, donde en efecto se encontraba su martillo, que fue tomado por Thrym, el rey de
los gigantes. Y no estaba dispuesto a entregarlo, a menos que le dieran a Freya para
desposarla. Loki, astuto y suspicaz como siempre ideó un plan, este consistía en
disfrazar a Thor con la ropa y el collar de Freya, además de cubrirse la cara con un
velo. Una vez en la tierra de los gigantes, Thrym ofreció un banquete en honor a su boda,
y al sellar el matrimonio con el martillo, Thor se desprendió de su disfraz y lo tomó,
Thrym suplico piedad, pero ya era muy tarde, el salón se inundó de truenos y relámpago,
y con su martillo dio muerte a Thrym y a todos los gigantes.
Leyenda de "no me olvides": El "no me
olvides" o miosota, es una pequeña flor azul, con un poco de color rojo. Nació
así: Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores, no obstante una
pequeña florecilla le suplicaba: ¡No me olvides!, ¡No me olvides!, pero como su voz era
tan fina, Dios no alcanzaba a oírla, una vez que el creador finalizó toda su obra, pudo
percatarse de esa pequeña voz, más ya todos los nombres estaban dados, así que Dios le
dijo: "No tengo nombre para ti, pero te llamaras "no me olvides". Y por
colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre". Además le dijo que
serviría para acompañar a los muertos y para consolar a los vivos.
Las Cinco Águilas
Blancas: Según la tradición de los Mirripuyes (tribu de los Andes venezolanos), fue
Caribay la primera mujer. Era hija hija del ardiente Zuhé (el Sol) y la pálida Chía (la
Luna). Era considerada como el genio de los bosques aromáticos. Imitaba el canto de los
pájaros y jugaba con las flores y los árboles.
Una vez Caribay vio volar por el cielo cinco águilas blancas y se
enamoró de sus hermosas plumas. Fue entonces tras ellas, atravesando valles y montañas,
siguiendo siempre las sombras que las aves dibujaban en el suelo. Llegó al fin a la cima
de un risco desde el cual vio como las águilas se perdían en las alturas. Caribay se
entristeció e invocó a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco hermosas
águilas. Mientras las águilas descendíasn a las sierras, Caribay cantaba dulcemente.
Cada una de estas aves descendieron sobre
un risco y se quedaron inmóviles. Caribay quería adornarse con esas plumas tan raras y
espléndidas y corrió hacia ellas para arrancarselas, pero un frío glacial entumeció
sus manos, las águilas estaban congeladas, convertidas en cinco masas enormes de hielo.
Entonces Caribay huyó aterrorizada. Poco después la Luna se oscureció y las cinco
águilas despertaron furiosas y sacudieron sus alas y la montaña toda se engalanó con su
plumaje blanco.
Éste es el origen de las sierras nevadas
de Mérida. Las cinco águilas blancas simbolizan los cinco elevados riscos siempre
cubiertos de nieve. Las grandes y tempestuosas nevadas son el furiosos despertar de las
águiilas, y el silbido del viento es el cano triste y dulce de Caribay.
El Mito de las
Cuevas: En todo el
territorio venezolano, los indígenas de las diferentes tribus compartían la creencia de
que eran las cuevas los pasadizos hacia el más allá. Cuando alguien de la tribu moría,
se hacía una especie de ceremonia a la entrada de la caverna. Si no se escuchaba ningún
ruido durante el rito, se daba por entendido que el alma del difunto había pasado sin
problemas al otro mundo. En cambio, si se escuchaban ruidos se suponía que el espíritu
del familiar o amigo muerto estaba siendo enjuiciado y castigado por sus faltas cometidas
en esta vida. Muchas veces se escuchaban esos ruidos, debido a los animales que habitan en
las cuevas. Es por ésto que los murciélagos y demás animales nocturnos alados eran
considerados como los transportadores de las almas.
Guaraira
Repano: La ciudad de
Caracas está enclavada en un hermoso valle. El Avila es el nombre con que se conoce a la
montaña que bordea el Norte de la metrópoli. En tiempos precolombinos recibía el nombre
de Guaraira Repano, que significa algo así como: "la ola que vino de lejos" o
"la mar hecha tierra". Según los mitos de los indígenas venezolanos, en
tiempos antiguos no existía la montaña. Todo era plano, se podía ver hasta el mar. Pero
un día las tribus ofendieron a la gran Diosa del mar y ésta quizo acabar con toda el
pueblo. Entonces se levantó una gran ola, la más alta que se había visto y toda la
gente se arrodilló o e imploró perdón de todo corazón a la Diosa y justo cuando iba a
descender la ola sobre ellos, se convirtió en la gran montaña que hoy existe. La Diosa
se había apiadado y había perdonado a la tribu.
El dueño del
Fuego: Cerca de donde
nace el Orinoco vivía el Rey de los caimanes llamado Babá. Su esposa era una rana
grandota y juntos, tenían un gran secreto ignorado por los demás animales y los hombres.
Estaba guardado en la garganta del caimán Babá. La pareja se metía en una cueva y
amenazaban con la pérdida de la vida a quien osara entrar, pues decían que dentro había
un dios que todo lo devora y sólo ellos, reyes del agua, podían pasar.
Un día la perdiz, apurada en hacer su
nido, entró distraída en la cueva. Buscando pajuelas encontró hojas y orugas
chamuscadas, como si el fuego del cielo hubiera estado por ahí. Probó las orugas
tostadas y le supieron mejor que cuando las comía crudas. Se fue aleteando a ras del
suelo para contarle todo a Tucusito, el colibrí de plumas rojas. Al rato llegó el
Pájaro Bobo y entre los tres urdieron un plan para averiguar cómo hacían la rana y el
caimán para cocer tan ricas orugas. Bobo se escondió dentro de la caverna aprovechando
su obscuro plumaje. La rana soltó las orugas que traía en la boca al tiempo que Babá
abría la suya, que era tremenda, dejando salir unas lenguas rojas y brillantes. La pareja
comía las orugas sin percatarse de Bobo, tras lo cual, se durmieron satisfechos.
Entonces, Bobo salió corriendo para contarles a sus amigos lo que había visto.
Al día siguiente se pusieron a maquinar
cómo arrebatarle el fuego al caimán sin quemarse ni ser la comida de los reyes del agua.
Tendría que ser cuando éste abriera la tarasca para reír. En la tarde, cuando todos los
animales estaban bebiendo y charlando junto al río, Bobo y la perdiz colorada hicieron
piruetas haciendo reír a todos, menos a Babá. Bobo tomó una pelota de barro y la
aventó dentro de la boca de la rana, que de la risa pasó al atoro. En el momento que el
caimán vio los apuros que pasaba la rana, soltó la carcajada. Tucusito, que observaba
desde el aire, se lanzó en picada, robando el fuego con la punta de las alas.
Elevándose, rozó las ramas secas de un enorme árbol que ardió de inmediato. El Rey
caimán exclamó que si bien se habían robado el fuego, otros lo aprovecharían y los
otros animales arderían, pero Babá y la rana vivirían como inmortales donde nace el
gran río. Dicho esto, se sumergieron en el agua y desaparecieron para siempre.
Las tres aves celebraron el robo del
fuego, pero ningún animal supo aprovecharlo. Los hombres que vivían junto al Orinoco se
apoderaron de las brasas que ardieron durante muchos días en la sequedad del bosque,
aprendieron a cocinar los alimentos y a conversar durante las noches alrededor de las
fogatas. Tucusito, el pájaro Bobo y la perdiz colorada se convirtieron en sus animales
protectores por haberles regalado el don del fuego.
Dueño de la
Luz: En un principio,
la gente vivía en la obscuridad y sólo se alumbraba con la candela de los maderos. No
existía el día ni la noche. Había un hombre warao con sus dos hijas que se enteró de
la existencia de un joven dueño de la luz. Así, llamó a su hija mayor y le ordenó ir
hasta donde estaba el dueño de la luz para que se la trajera. Ella tomó su mapire y
partió. Pero eran muchos los caminos y el que eligió la llevó a la casa del venado. Lo
conoció y se entretuvo jugando con él. Cuando regresó a casa de su padre, no traía la
luz; entonces el padre resolvió enviar a la hija menor.
La muchacha tomó el buen camino y tras
mucho caminar llegó a la casa del dueño de la luz. Le dijo al joven que ella venía a
conocerlo, a estar con él y a obtener la luz para su padre. El dueño de la luz le
contestó que le esperaba y ahora que había llegado, vivirían juntos. Con mucho cuidado
abrió su torotoro y la luz iluminó sus brazos y sus dientes blancos y el pelo y los ojos
negros de la muchacha. Así, ella descubrió la luz y su dueño, después de mostrársela,
la guardó.
Todos los días el dueño de la luz la
sacaba de su caja para jugar con la muchacha. Pero ella recordó que debía llevarle la
luz a su padre y entonces su amigo se la regaló. Le llevó el torotoro al padre, quien lo
guindó en uno de los troncos del palafito. Los brillantes rayos iluminaron las aguas, las
plantas y el paisaje.
Cuando se supo entre los pueblos del delta
del Orinoco que una familia tenía la luz, los warao comenzaron a venir en sus curiaras a
conocerla. Tantas y tantas curiaras con más y más gente llegaron, que el palafito ya no
podía soportar el peso de tanta gente maravillada con la luz; nadie se marchaba porque la
vida era más agradable en la claridad. Y fue que el padre no pudo soportar tanta gente
dentro y fuera de su casa que de un fuerte manotazo rompió la caja y la lanzó al cielo.
El cuerpo de la luz voló hacia el Este y el torotoro hacia el Oeste. De la luz se hizo el
sol y de la caja que la guardaba surgió la luna. De un lado quedó el sol y del otro la
luna, pero marchaban muy rápido porque todavía llevaban el impulso que los había
lanzado al cielo, los días y las noches eran muy cortos. Entonces el padre le pidió a su
hija menor un morrocoy pequeño y cuando el sol estuvo sobre su cabeza se lo lanzó
diciéndole que era un regalo y que lo esperara. Desde ese momento, el sol se puso a
esperar al morrocoy. Así, al amanecer, el sol iba poco a poco, al mismo paso del
morrocoy.