jueves, 31 de julio de 2014

Leyendas Egipcias, Griegas, Celtas, Hindúes, Escandinavas y Venezolanas,

Leyendas Egipcias

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Numerosos mitos unen a los dioses entre sí; el más conocido es el de Osiris, el cual gobernaba en Egipto como un rey sabio y justo, enseñando a sus súbditos a labrar la tierra, obedecer las leyes, pero su hermano Set (encarnación del mal), envidioso por el éxito de su hermano, le tendió una trampa, invitándolo a un festín, en el cual preparó un cofre que prometió obsequiar a quien entrara exactamente en él. Curiosamente ninguno de los invitados logro realizar tal proeza, salvo su hermano Osiris, que si lo consiguió, al instante de introducirse al cofre, Set, junto con algunos cómplices, lanzó en una caja a Osiris al río Nilo. Cuando Isis supo del complot cometido, se marcho vertiginosamente al río, gracias a sus poderes logro encontrar a su esposo, ocultándolo en el pantano, no obstante Set, logro encontrar el escondite y lleno de ira, descuartizo el cadáver de Osiris y nuevamente lo arrojo al río, Isis al no saber nada de su esposo, comenzó a buscarlo en el pantano, sin embargo lo único que logro fue conseguir pedazos y enterró cada uno de ellos en el sitio donde los encontró, posteriormente Horus, hijo póstumo de Osiris, se enfrentó a Set, para vengar a su padre y así subir al trono de Egipto y poder seguir con la labor desempeñada por su padre.
La leyenda del Nacimiento del Nilo: En el año de reinado número 18 del Rey Tcheser, hubo usa sequía por todo Egipto debido a que el Nilo llevaba 7 años sin inundarse. Por ello, cualquier grano escaseaba, los campos y los jardines no producían nada y por tanto las personas no tenían alimento. Los hombres se debilitaban, los ancianos fallecían, los niños lloraban de hambre y muchas personas se transformaron en ladrones por el poco alimento que existía. El Rey se acordó del dios I-em-hetep, (hijo de Ptath), que en otra ocasión había librado a Egipto de parecido desastre, pero dicho Dios no hizo acto de presencia frente a las rezos del manadatario de Egipto. El Rey envió un mensaje preguntandole a Mater, gobernador del Sur, donde se ubicaba la fuente del Nilo y quien era el dios o diosa del rio?. De esta manera Mater le habló de la maravillosa isla de Elefantina, donde yacía la primera ciudad que jamás se conoció, que de ella salía el Sol para para conferir vida a la humanidad. En esta isla también existía una cueva doble, Querti, con la forma de 2 pechos, y de dicha cueva surgía la inundación del Nilo para bendecir la tierra con gran majestad cuando el dios Khnemu abría la puerta en la estación apropiada del año. Al saber quien era el dios encargado del rio, procedió a ofrecer sacrificios e hizo súplicas ante él en su templo. El dios lo escuchó y apareció ante el Rey angustiado y dijo: "Yo soy Khnemu el Creador. Mis manos descansan sobre ti para protegerte y para sanarte. Te doy un corazón… Yo soy el que te creó, soy el primitivo abismo acuoso, y yo soy el Nilo que se levanta a su antojo para conferir salud a quienes se afanan , yo soy el guía y dirigente de todos los hombres, el Todopoderoso, el padre de los dioses, Shu el poderoso amo de la Tierra", Y luego el dios le prometió al Rey que súbitamente el Nilo se levantaría todos los años como antes y que la sequía se acabaría y llegaría el bien a la tierra, también le contó al Rey lo abandonando que se encontraba su templo de adoración, fue por ello que se decretó que las tierras en cada lado del Nilo cerca de la isla donde moraba Khnemu debían ser conservadas como la dote de su templo y el Rey ordenó que este decreto fuera tallado en una estela de piedra y se colacara en un lugar prominente como prueba duradera de su agradecimiento al dios Khnemu, el dios del Nilo.
El Cerdo Negro: Ra, Set y Horus están implicados en una leyenda egipcia que intenta explicar los eclipses del Sol y la Luna. Set y Horus eran amargos rivales, pero Set no se atrevió a entrar en combate abierto, ya que temía a Horus como la maldad teme al bien. Así que maquinó unos planes que le permitieran derrotar a su temible enemigo. Un día Horus buscó a Ra con la petición de que se le permitiese leer el futuro en sus ojos. Ra le otorgó dicha petición voluntariamente debido a su amor por Horus, el ser amado de los dioses y del hombre. Mientras conversaban pasó a su lado un cerdo negro, un enorme animal siniestro, de aspecto feroz, con ojos que brillaban con astucia y crueldad. Ahora bien, aunque ni Ra ni Horus fueron conscientes del hecho, el cerdo negro era el mismo Set, que tenía el poder de adoptar la forma de cualquier animal que quisiera. "Qué monstruo más malvado", exclamó Ra, al mirar al animal. También Horus dirigió su mirada hacia el cerdo negro que seguí sin reconocer como su enemigo. Ésta era la oportunidad de Set, se abalanzó sobre Horus arrancándole un ojo y se lo tragó, pero Ra le obligó a devolvérselo. Sin duda, los ojos de Horus son el Sol y la Luna, uno de los cuales es tragado o destruido por el "cerdo negro" durante un eclipse. La devolución de la luz a la tierra acaece gracias a ala felicidad de Horus por ser obsequiado con la ciudad de Pe.
El Lugar del Castigo: Aunque no parece haber existido una parte del Duat (mundo subterráneo) reservada especialmente para los malvados, éstos eran lo suficientemente atormentados de muchas maneras como para hacer de su existencia un castigo por cualquier mal cometido durante la vida. En un extremo de esta región había fosos de fuego presididos por unas deidades tenebrosas que supervisaban la destrucción de los cuerpos de los muertos y los despedazaban antes de quemarlos. Sin embargo, su castigo era mitigado por la aparición de Ra-Osiris en su viaje nocturno, ya que al acercarse sus tormentos cesaban momentáneamente. Las deidades que imponían el castigo sobre los condenados eran los enemigos de Ra-Osiris, personificaciones de la oscuridad como la noche, la niebla, la bruma, el vapor, etc, y éstos eran destruídos a diario por los rayos de fuego de la luminaria. Éstos eran retratados en forma humana, y las escenas de su destrucción por el fuego a menudo se han confundido equivocadamente como representación de quema de las almas de los condenados. Este malvado anfitrión se renovaba con cada revolución del Sol.
Maldición y Nacimiento: Nut, la diosa del cielo, era la mujer de Ra. Sin embargo, era amada por Gheb a cuyo amor correspondía. Cuando Ra descubrió la infidelidad de su esposa, se puso rabioso y la maldijo, diciendo que su hijo no nacería en ningún mes ni en ningún año. La maldición del poderoso Ra no podía ser ignorada, debido a que Ra era el jefe de todos los dioses. Angustiada, Nut apeló al dios Thot, quien también la amaba, Thot sabía que la maldición de Ra debía cumplirse, pero encontró una vía de salida al problema, mediante una estratagema muy hábil. Acudió a la diosa de la Luna, cuya luz rivalizaba con la del Sol mismo, y le retó a un juego de mesa. Las apuestas por ambos lados eran altas, pero la diosa de la Luna apostó un poco de su luz, la decimoséptima parte de cada una de sus iluminaciones, y perdió. De aquí procede que su luz mengua y disminuye en ciertos períodos, de tal forma que ya no es rival del Sol. De la luz que le había arrebatado a la diosa de la luna, Thot creó cinco días, de tal manera que no pertenecían ni al año anterior, ni al año siguiente, ni a un mes. Nut tuvo a sus cinco hijos durante esos días: Osiris nació el primer día, Horus el segundo día, Set el tercer día, Isis el cuarto día y Neftis el quinto.
Los Siete Seres Sabios: Se encuentra en ocasiones a Ptah en compañía de unos seres llamados Los siete Seres Sabios de la diosa Meh-urt, que era su madre. Salían del agua, de la pupila del ojo de Ra, y adoptaron la forma de siete halcones, que salieron volando, y junto con Thot presidieron la enseñanza y las letras. Ptah, como arquitecto, realizando los diseños de Thot y sus acompañantes, de igual modo que la diosa Sekhmet, tenía algo de sus atributos.
Ojo de la Luna: El ojo izquierdo de Horus, representaba a la Luna, lucharon Set y Horus por este ojo, finalmente el malvado Set consiguió robarlo y devorárselo (menguante lunar), pero Horus mismo le arrebató el ojo a su enemigo con la ayuda de otros dioses, extirpándolo del vientre de su envidioso tío. Horus se lo presentó a su padre Osiris, ayudándole así a obtener una nueva vida.
Pesando el Corazón: El Juicio final se celebraba en la Sala de las dos verdades. En ella, Anubis pesaba el corazón del difunto para comprobar el peso causado por los pecados cometidos. Si era más ligero que la pluma de la verdad (pluma de Maat), la persona vivía eternamente. Si no, arrojaban el corazón al monstruo Ammit, "Devorador de muertos".

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ECO: Ninfa, habitante de los montes, los valles y los barrancos, era la personificación del eco, se cuenta que un día se enamoro perdidamente de Narciso, (hijo del río Cefeso), que rechazó su amor, la pobre ninfa vagó entonces por valles y bosques, llenándolos a su paso con lamentos, hasta consumirse de amor y dolor. Sus huesos se transformaron en rocas. Lo único que se conservó fue su voz, que responde débilmente en los lugares solitarios cuando se le llama.
CAJA DE PANDORA: Según la mitología griega, fue la primera mujer mortal que dio Zeus a los hombres, frente a todas las tempestades, Hefesto por ordenes de su padre, moldeó en arcilla a este personaje, y con una chispa de fuego le dio vida, Afrodita le concedió la belleza, Atenea la sabiduría y la habilidad en todos los terrenos, Hermes la palabra fácil y el ingenio rápido, de esta manera fue llamada Pandora, que en griego significa "todos los dones". Fue esposa de Epimeteo, antes de casarse Zeus le entregó a Pandora una pequeña caja, con la instrucción de que nunca la abriese, así pasaron días, y aprovechando que su esposo no estaba, su curiosidad fue más fuerte que la prohibición, y cuando la abrió salieron todos los males de la humanidad, sin embargo en el fondo de la caja quedó la esperanza. De allí parte el dicho: "La esperanza es lo último que se pierde"
HERMAFRODITO: Hijo de Hermes y de Afrodita, educado por las ninfas en el monte Ida. Reunía en si los dos sexos. Esta anormalidad se debía a que la ninfa Salmácide se enamoro de él, sin ser correspondida. La muchacha pidió a los dioses abrazar al joven tan fuertemente que nadie los pudiese separar, quedando así unida a él para siempre. Fue escuchada y desde entonces, ambos cuerpos formaron uno sólo.
NARCISO:Hijo del río Céfeso, era un bellísimo joven, de quien se enamoró la ninfa Eco, sin ser correspondida, Narciso fue castigado por su dureza de corazón por Afrodita, que le hizo enamorarse de sí mismo un día que se acercó a beber agua en una fuente, y observó su propia imagen reflejada en la superficie del agua, al intentar abrazarla cayó al agua y se ahogó. Su nombre fue perpetuado en forma de flor, que es símbolo de la belleza carente de sentimientos.
PROMETEO:Hijo del Titán Japeto y de Climena. Según dice la leyenda, Zeus desató el diluvio universal con el fin de arrasar con todos los seres humanos. Prometeo le dijo a su hijo Decaulión que construyera un arca donde pudiera salvarse él y su esposa, para continuar así la especie humana. A Prometeo se le debe la medicina, la medida del tiempo, la navegación, el fuego (que se lo robó a los dioses). Zeus no le tenía nada de simpatía y un día decidió ordenar a Hefesto que encadenara a Prometeo a la cima de una montaña muy alta donde un águila le comería en la mañana el hígado y luego en la noche le crecería de nuevo el mismo órgano para que a la mañana siguiente volviera el águila a continuar el torturante ciclo. Sin embargo, Prometeo sabía un secreto de Zeus y fue por éste que Zeus lo liberó. El secreto era que si Zeus tenía un hijo con Tetis éste sería más poderoso que su padre. Entonces Zeus decidió dar a Tetis en matrimonio a Peleo, y de ellos nació Aquiles, héroe de Troya
PERSEO:Se cuenta que Acrisio Rey de Argos, escuchó de los oráculos la profesía que el amor de su hija Dánae sería funesto para él. Entonces decidió encerrarla en una torre donde no pudiera verla ningún hombre. Zeus estaba enamorado de ella y se convirtió en lluvia de oro para poseerla. De esta forma nació Perseo. Acrisio encerró a Perseo y a su madre en una caja y la botó al mar. Zeus ordenó a las olas a que condujesen la caja a orillas de la isla Serifos. El Rey de la isla era Polidectes, quien los rescató y varios años después se enamoró de Dánae.Cuando Perser se hizo hombre, el Rey le sugirió que si quería la mano de Hipodamia debería hacer una gran hazaña. Perseo aceptó la propuesta y dijo que traería la cabeza de Medusa: Su aventura fue todo un éxito y le cortó la cabeza a la gorgona escapando sobre Pegaso. En el viaje de regreso, al pasar por Etiopía, salvó a Andrómeda de un monstruo marino que la iba a devorar. Cuando llegó a Serifos y se dió cuenta que el Rey sólo quería alejarlo de la isla cuando le sugirió lo de la gran hazaña, lo convirtió en piedra enseñándole la cabeza de medusa. Se convirtió en Rey de Serifos, le devolvió los talones alados a Hermes, le dió la cabeza de Medusa a Atenea y se casó con Andrómeda, con la que tuvo a Micenas, Alceo, Esteneleao, Helio, Néstor y Electrión.

La Guerra por Etain: Según cuenta la leyenda, Etain, hija de Etar creció con una belleza envidiable. Echoy, rey de Irlanda, quien andaba buscando una buena mujer para casarse, se enamoró de ella nada más al verla. Se casó pues con ella y pasaron años juntos. Eochy tenía un hermano llamado Ailill. Sucedió que Aillil cayó enfermo y nadie sabía la causa de sus males. Él mismo le confesaría después a Etain que la causa era su amor por ella, y la convenció de que si no llegaban a consumar ese amor él moriría. Etain se cita con Ailill para amarse pero éste no llega a la cita. Quien llega es Midir el Orgulloso, quien le dice que él había hechizado a Aillil para poder citarse en ese sitio con ella. El le pide que se fuera con él a la Tierra de la Juventud, pues ya Fuamnach había muerto.Etain no entendía nada, así que Midir le explicó todo su pasado. Poco después se fueron los dos esposos inmortales. Eochy se enfadó mucho al saber de la fuga de su esposa, y fue donde un famoso druida quien le informó donde estaba el palacio de Midir. Eochy y su ejército fue a buscarla a la Tierra de la Juventud y encontró fuerte resistencia por parte de la gente de Midir, pero al final quedaron acorralados y Midir tuvo que ceder y le dijo a Eochy que se la entregaría. Entonces, ante los ojos de Eochy desfilaron 50 doncellas tan igual de bellas como Etain. Midir dijo: "escoge a tu verdadera esposa". Se dice que Etain le hizo una señal y así pudo él acertar la escogencia. Etain volvió a vivir con Eochy y le dio una hija a quien llamaron también Etain.
Cuchulain y las dos pruebas de Skatha: Se dice que Cuchulain decidió un día ir a la Tierra de las Sombras para aprender del arte de la guerra con Skatha. En el camino se encontró con el legendario Puente de los Obstáculos, el cual estaba suspendido sobre unas aguas turbulentas y llenas de monstruos violentos. Cuando alguien intentaba cruzar el puente, éste se levantaba y lo devolvía a su origen. Cuchulain lo intentó varias veces, pero justo cuando llegaba a la mitad, el Puente de los Obstáculos lo sacudía y lo mandaba al otro lado. En un intento final, de un sólo salto llegó hasta la mitad y con otro salto llegó hasta donde estaba Skatha esperándole. Estuvo un año y medio aprendiendo con Skatha. Ésta le enseñó a usar el Gae Bolg (bella lanza) y se convirtió en experto en esta poderosa arma.
El Arpa de Dagda: Se cuenta que el arpero de Dagda cayó prisionero de los fomorianos. Fueron entonces Dagda y Lugh hasta el campamento enemigo a rescatarlo. Allí vieron, colgada de una pared,el arpa. Dagda la llamó y voló inmediatamente a donde estaba él, matando a nueve hombres que se atravesaron en su camino. Una vez en sus manos, Dagda tocó una música mágica y los fomorianos cayeron en un largo sueño y lograron escapar.

Leyendas Hindúes
La pelea entre Shiva y Krisna: Se cuenta que Anhiruddha, nieto de Krisna, estaba enamorado de una bella joven llamada Usha. Este romance no era bien visto por Bana, el padre de Usha. Así que, en una ocasión en que Anhiruddha intentó encontrarse con Usha, el rey Bana lo apresó. Cuando Krisna se enteró de lo sucedido le pidió al rey que lo liberara. Éste no accedió. Fue entonces que Krisna se declaró en pie de guerra contra Bana y lo atacó. En defensa del rey apareció Shiva y su hijo Kartikeya. La pelea fue fuerte y salvaje. Al final Kurtikeya huyó del sitio de batalla y Shiva se quedó sentado en su carro, pues estaba sumamente cansado. Krisna decidió utilizar su mejor arma: su disco maravilloso. Lo lanzó contra los cien brazos de Bana y los cortó de un solo tajo. Cuando quiso lanzarlo de nuevo Shiva intercedió en defensa de su amigo y mandó a liberar a Anhirudda. Krisna le dijo a Shiva: "debes comprender que tu no eres distinto a mi, eres lo que yo soy".
El nieto de Krisna estaba encarcelado en la ciudad de Sonitapura.Cuando fue en busca de él, Krisna se tuvo que enfrentar a La Fiebre, una temible emanación de Shiva, que tenía tres pies y tres cabezas. Krisna creó a su vez otra Fiebre y fue así como pudo enfrentar a este poderoso rival. Cuando al fin lo derrotó, La Fiebre enemiga le dijo: "Quienes mantengan en su mente la batalla entre nosotros dos, no sufrirán de enfermedades febriles nunca".
El Exilio de Rama: Se dice que el rey Dasaratha deseó abdicar a favor de su hijo Rama, pero su esposa Kaikeya lo convenció para que no lo hiciera, y que más bien lo mandara a vivir fuera del reino durante catorce años. Dasaratha tuvo que acceder a esta petición pues había jurado ante los dioses que cumpliría cualquier deseo de su consorte. Fue asi como Rama, su esposa Sita y su hermano Lakshman se dedicaron a una vida de ascetismo en el bosque.
Muchas fueron las aventuras por las que atravesaron. Un día, estando Rama y su esposa debajo de un árbol, se encontraron con una gigante de nombre Suparnakha.Esta era hermana de un temible gigante llamado Ravana. Al pasar por allí y ver a Rama, la gigante se enamoró apasionadamente y sin perder tiempo trató de convencerlo de que se fuera con ella.
Rama respetuosamente le explicó que ya era casado, pero Suparnakha no le importó y amenazó con matarla si era necesario. Rama entonces defendió a su mujer y con ayuda de su hermano le cortaron la nariz y las orejas a la gigante. Cuando Ravana se enteró de lo que le pasó a su hermana, se enfureció y juró vengarse. Para ello decidió raptar a sita y hacerla su propia amante. Así lo hizo y la alejó de Rama. Por un buen tiempo Rama y su hermano buscaron a Sita, pero no la encontraron. Un buitre llamado Sampati les dijo al fin donde estaba. El sitio era muy lejano y había que construir un gran puente. Sugriva, rey de la tribu de los monos, agradeciendo un favor de Rama, le ofreció toda su ayuda para recuperar a su amada. Mandó a su comandante en jefe Hanuman para que se encargara de todo.
El puente se construyó en cinco días y los ejércitos de los monos junto con la tribu de los Dasyas invadieron la tierra del gigante Ravana. La gran batalla fue brutal. Rama cayó herido gravemente en dos oportunidades. En la primera le salvó la vida Garuda, el pájaro de Visnu. En la segunda fue Hanuman, quien dando uno de sus saltos maravillosos fue hasta los Himalayas y trajo en cuestion de minutos unas hierbas curativas. Al final se enfrentaron cara a cara Ravana y Rama. La lucha fue sangrienta y Rama salió victorioso gracias a sus flechas maravillosas.Sita fue liberada y se reencontraron los dos felices esposos.
Krisna Levanta el Monte Govarddhana:Se cuenta que en cierta ocasión, Krisna quiso molestar a Indra. Para ello se dirigió a unas pastoras que se disponían a adorar al dador de la lluvias (Indra). Krisna les recomendó que adoraran mejor al Dios de la montaña, pues éste proveía de hierba para alimentar al ganado. Entonces Krisna se dirigió a la cima de la montaña y esperó a que llegaran las pastoras. Una vez que estaban allí, les dijo: "Yo soy la montaña". Esto irritó mucho a Indra y mandó a toda la región un gran diluvio. Al ver esto, Krisna levantó el monte Govarddhana con una mano y lo sostuvo a manera de paraguas protegiendo a todos por siete días con sus noches. Indra reconoció la grandeza de Krisna y lo alabó terminando así su ira.
Kurma (La Tortuga) y el Océano de leche. Un sabio Brahman llamado Dervaras, regaló cierto día una hermosa guirnalda a Indra. Éste le agradeció el gesto al sabio y la colocó en la cabeza de su elefante. Pero el paquidermo se excitó con el perfume que tenía la guirnalda y la tiró al suelo. Dervaras entendió esto como un desprecio y una ofensa. Decidió entonces maldecir a Indra y a todos los dioses diciéndole que su reino terminaría pronto. Los Dioses pronto vieron perder su poder y temieron ser vencidos por los asuras (demonios). Fue Visnu quien ideó un plan para combatir la maldición. Reunió a los demás Dioses y les dijo: "Tomad plantas y hierbas de distintos tipos y echadlos en el mar de leche.
Tomad a la montaña Mandava como palo de batir y a Vasoki, la Serpiente, como soga. Juntos batid el océano para producir el brebaje fuente de toda fuerza e inmortalidad". Así hicieron los dioses y Visnú llevó a cabo su segunda encarnación en la tierra en forma de tortuga, para ser utilizada como eje para la gran "batidora" del océano. Cuando batieron el mar de leche, surgió de las aguas en primer lugar: la Vaca Sagrada Surabhi, fuente eterna de leche y mantequilla. Luego saldrían: Varuni, la diosa del vino; Parijata, árbol del paraíso; las apsaras, coro de ninfas celestiales y la luna. Después aparecería la más bella de todas las diosas: Sri o Laksmi, quien luego se casaría con Visnu. Al final surgió Dharvantari, médico de los dioses. En su mano sostenía la copa del néctar milagroso. Cada uno de los dioses tomó del brebaje y volvieron a ser poderosos, terminando así con la maldición de Dervaras.

 Leyendas Escandinavas
El martillo de Thor: Un día al despertar, Thor se percató de la falta de su esplendoroso martillo, consternado, acudió a Loki, y éste le respondió que quizás fue raptado por algún gigante, de esta manera fue volando con el traje mágico de Freya, a la tierra de los gigantes, donde en efecto se encontraba su martillo, que fue tomado por Thrym, el rey de los gigantes. Y no estaba dispuesto a entregarlo, a menos que le dieran a Freya para desposarla. Loki, astuto y suspicaz como siempre ideó un plan, este consistía en disfrazar a Thor con la ropa y el collar de Freya, además de cubrirse la cara con un velo. Una vez en la tierra de los gigantes, Thrym ofreció un banquete en honor a su boda, y al sellar el matrimonio con el martillo, Thor se desprendió de su disfraz y lo tomó, Thrym suplico piedad, pero ya era muy tarde, el salón se inundó de truenos y relámpago, y con su martillo dio muerte a Thrym y a todos los gigantes.
Leyenda de "no me olvides": El "no me olvides" o miosota, es una pequeña flor azul, con un poco de color rojo. Nació así: Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores, no obstante una pequeña florecilla le suplicaba: ¡No me olvides!, ¡No me olvides!, pero como su voz era tan fina, Dios no alcanzaba a oírla, una vez que el creador finalizó toda su obra, pudo percatarse de esa pequeña voz, más ya todos los nombres estaban dados, así que Dios le dijo: "No tengo nombre para ti, pero te llamaras "no me olvides". Y por colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre". Además le dijo que serviría para acompañar a los muertos y para consolar a los vivos.

 Leyendas Venezolanas
Las Cinco Águilas Blancas: Según la tradición de los Mirripuyes (tribu de los Andes venezolanos), fue Caribay la primera mujer. Era hija hija del ardiente Zuhé (el Sol) y la pálida Chía (la Luna). Era considerada como el genio de los bosques aromáticos. Imitaba el canto de los pájaros y jugaba con las flores y los árboles.
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Una vez Caribay vio volar por el cielo cinco águilas blancas y se enamoró de sus hermosas plumas. Fue entonces tras ellas, atravesando valles y montañas, siguiendo siempre las sombras que las aves dibujaban en el suelo. Llegó al fin a la cima de un risco desde el cual vio como las águilas se perdían en las alturas. Caribay se entristeció e invocó a Chía y al poco tiempo pudo ver otra vez a las cinco hermosas águilas. Mientras las águilas descendíasn a las sierras, Caribay cantaba dulcemente.
Cada una de estas aves descendieron sobre un risco y se quedaron inmóviles. Caribay quería adornarse con esas plumas tan raras y espléndidas y corrió hacia ellas para arrancarselas, pero un frío glacial entumeció sus manos, las águilas estaban congeladas, convertidas en cinco masas enormes de hielo. Entonces Caribay huyó aterrorizada. Poco después la Luna se oscureció y las cinco águilas despertaron furiosas y sacudieron sus alas y la montaña toda se engalanó con su plumaje blanco.
Éste es el origen de las sierras nevadas de Mérida. Las cinco águilas blancas simbolizan los cinco elevados riscos siempre cubiertos de nieve. Las grandes y tempestuosas nevadas son el furiosos despertar de las águiilas, y el silbido del viento es el cano triste y dulce de Caribay.
El Mito de las Cuevas: En todo el territorio venezolano, los indígenas de las diferentes tribus compartían la creencia de que eran las cuevas los pasadizos hacia el más allá. Cuando alguien de la tribu moría, se hacía una especie de ceremonia a la entrada de la caverna. Si no se escuchaba ningún ruido durante el rito, se daba por entendido que el alma del difunto había pasado sin problemas al otro mundo. En cambio, si se escuchaban ruidos se suponía que el espíritu del familiar o amigo muerto estaba siendo enjuiciado y castigado por sus faltas cometidas en esta vida. Muchas veces se escuchaban esos ruidos, debido a los animales que habitan en las cuevas. Es por ésto que los murciélagos y demás animales nocturnos alados eran considerados como los transportadores de las almas.
Guaraira Repano: La ciudad de Caracas está enclavada en un hermoso valle. El Avila es el nombre con que se conoce a la montaña que bordea el Norte de la metrópoli. En tiempos precolombinos recibía el nombre de Guaraira Repano, que significa algo así como: "la ola que vino de lejos" o "la mar hecha tierra". Según los mitos de los indígenas venezolanos, en tiempos antiguos no existía la montaña. Todo era plano, se podía ver hasta el mar. Pero un día las tribus ofendieron a la gran Diosa del mar y ésta quizo acabar con toda el pueblo. Entonces se levantó una gran ola, la más alta que se había visto y toda la gente se arrodilló o e imploró perdón de todo corazón a la Diosa y justo cuando iba a descender la ola sobre ellos, se convirtió en la gran montaña que hoy existe. La Diosa se había apiadado y había perdonado a la tribu.
El dueño del Fuego: Cerca de donde nace el Orinoco vivía el Rey de los caimanes llamado Babá. Su esposa era una rana grandota y juntos, tenían un gran secreto ignorado por los demás animales y los hombres. Estaba guardado en la garganta del caimán Babá. La pareja se metía en una cueva y amenazaban con la pérdida de la vida a quien osara entrar, pues decían que dentro había un dios que todo lo devora y sólo ellos, reyes del agua, podían pasar.
Un día la perdiz, apurada en hacer su nido, entró distraída en la cueva. Buscando pajuelas encontró hojas y orugas chamuscadas, como si el fuego del cielo hubiera estado por ahí. Probó las orugas tostadas y le supieron mejor que cuando las comía crudas. Se fue aleteando a ras del suelo para contarle todo a Tucusito, el colibrí de plumas rojas. Al rato llegó el Pájaro Bobo y entre los tres urdieron un plan para averiguar cómo hacían la rana y el caimán para cocer tan ricas orugas. Bobo se escondió dentro de la caverna aprovechando su obscuro plumaje. La rana soltó las orugas que traía en la boca al tiempo que Babá abría la suya, que era tremenda, dejando salir unas lenguas rojas y brillantes. La pareja comía las orugas sin percatarse de Bobo, tras lo cual, se durmieron satisfechos. Entonces, Bobo salió corriendo para contarles a sus amigos lo que había visto.
Al día siguiente se pusieron a maquinar cómo arrebatarle el fuego al caimán sin quemarse ni ser la comida de los reyes del agua. Tendría que ser cuando éste abriera la tarasca para reír. En la tarde, cuando todos los animales estaban bebiendo y charlando junto al río, Bobo y la perdiz colorada hicieron piruetas haciendo reír a todos, menos a Babá. Bobo tomó una pelota de barro y la aventó dentro de la boca de la rana, que de la risa pasó al atoro. En el momento que el caimán vio los apuros que pasaba la rana, soltó la carcajada. Tucusito, que observaba desde el aire, se lanzó en picada, robando el fuego con la punta de las alas. Elevándose, rozó las ramas secas de un enorme árbol que ardió de inmediato. El Rey caimán exclamó que si bien se habían robado el fuego, otros lo aprovecharían y los otros animales arderían, pero Babá y la rana vivirían como inmortales donde nace el gran río. Dicho esto, se sumergieron en el agua y desaparecieron para siempre.
Las tres aves celebraron el robo del fuego, pero ningún animal supo aprovecharlo. Los hombres que vivían junto al Orinoco se apoderaron de las brasas que ardieron durante muchos días en la sequedad del bosque, aprendieron a cocinar los alimentos y a conversar durante las noches alrededor de las fogatas. Tucusito, el pájaro Bobo y la perdiz colorada se convirtieron en sus animales protectores por haberles regalado el don del fuego.
Dueño de la Luz: En un principio, la gente vivía en la obscuridad y sólo se alumbraba con la candela de los maderos. No existía el día ni la noche. Había un hombre warao con sus dos hijas que se enteró de la existencia de un joven dueño de la luz. Así, llamó a su hija mayor y le ordenó ir hasta donde estaba el dueño de la luz para que se la trajera. Ella tomó su mapire y partió. Pero eran muchos los caminos y el que eligió la llevó a la casa del venado. Lo conoció y se entretuvo jugando con él. Cuando regresó a casa de su padre, no traía la luz; entonces el padre resolvió enviar a la hija menor.
La muchacha tomó el buen camino y tras mucho caminar llegó a la casa del dueño de la luz. Le dijo al joven que ella venía a conocerlo, a estar con él y a obtener la luz para su padre. El dueño de la luz le contestó que le esperaba y ahora que había llegado, vivirían juntos. Con mucho cuidado abrió su torotoro y la luz iluminó sus brazos y sus dientes blancos y el pelo y los ojos negros de la muchacha. Así, ella descubrió la luz y su dueño, después de mostrársela, la guardó.
Todos los días el dueño de la luz la sacaba de su caja para jugar con la muchacha. Pero ella recordó que debía llevarle la luz a su padre y entonces su amigo se la regaló. Le llevó el torotoro al padre, quien lo guindó en uno de los troncos del palafito. Los brillantes rayos iluminaron las aguas, las plantas y el paisaje.
Cuando se supo entre los pueblos del delta del Orinoco que una familia tenía la luz, los warao comenzaron a venir en sus curiaras a conocerla. Tantas y tantas curiaras con más y más gente llegaron, que el palafito ya no podía soportar el peso de tanta gente maravillada con la luz; nadie se marchaba porque la vida era más agradable en la claridad. Y fue que el padre no pudo soportar tanta gente dentro y fuera de su casa que de un fuerte manotazo rompió la caja y la lanzó al cielo. El cuerpo de la luz voló hacia el Este y el torotoro hacia el Oeste. De la luz se hizo el sol y de la caja que la guardaba surgió la luna. De un lado quedó el sol y del otro la luna, pero marchaban muy rápido porque todavía llevaban el impulso que los había lanzado al cielo, los días y las noches eran muy cortos. Entonces el padre le pidió a su hija menor un morrocoy pequeño y cuando el sol estuvo sobre su cabeza se lo lanzó diciéndole que era un regalo y que lo esperara. Desde ese momento, el sol se puso a esperar al morrocoy. Así, al amanecer, el sol iba poco a poco, al mismo paso del morrocoy.

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