miércoles, 30 de julio de 2014

Breve historia del asunto UMMO

 (Diciembre 2009)



Vamos a intentar contar el origen y evolución del tema Ummo, asunto Ummo o incluso manteniendo en español su traducción al francés, como “affaire Ummo”, por ser todas ellas expresiones generalizadas entre los estudiosos y aficionados. Y también para diferenciar con la historia del “planeta Ummo” como supuesto astro habitado, ubicado a unos 14,4 años luz de la Tierra, orbitando una estrella llamada Iumma por quienes escribían y/o mandaban cartas e informes mecanografiados a un grupo de terrestres, ilustrándoles sobre su  cultura, su ciencia, su filosofía, etc. Todo esto forma parte del contenido de esos mensajes, lo que se podría llamar “corpus doctrinae” de una civilización alienígena, como dichos autores pretenden. No es el objetivo de esta breve historia detenernos en tales contenidos, sino el de exponer cuándo, cómo y dónde aparece el planeta Ummo, quiénes fueron los primeros receptores de las comunicaciones enviadas por los que decían ser sus expedicionarios en la Tierra, y cómo surgió, y se desarrolló, el asunto Ummo . 
 ¿Cuándo se habla por primera vez de “UMMO” como hipotético planeta, con independencia de lo que dicen los propios informes? Hasta donde sabemos, fue en un artículo publicado en un semanario de sucesos de Barcelona que se llamaba Por qué, en su número 282 correspondiente al 16 de Febrero de 1966. Este artículo, firmado por el periodista José Luís Pimentel, constaba de dos partes diferenciadas, la primera sobre el aterrizaje de un OVNI en el barrio de Aluche (Madrid) diez días antes, el 6 de febrero, con declaraciones de varios testigos; y la segunda una entrevista con el hombre-contacto más célebre de España, Fernando Sesma, quien a una pregunta de Pimentel sobre la procedencia de una de las razas que contactaban con Sesma (la Auquiana) , responde que “del planeta Ummo, que, por cierto, es nuevo en mi descubrimiento...

Otros detalles sobre tal descubrimiento los ofreció el propio Sesma un mes después, en el número 760 de la revista Diez Minutos (en adelante DM) publicado el 19 de Marzo de 1966, en el primer capítulo de un serial dedicado al planeta Ummo que constaría, hasta su última entrega (el 8 de Abril de 1967), de 55 artículos. Tales detalles eran que Sesma, tras hacer una autocrítica de sus experiencias anteriores, revelaba que una mañana de la primera quincena de enero de 1966 alguien le telefoneó y, con voz peculiar, le “repitió unas palabras extrañas durante bastante tiempo” que él copió, y al final su interlocutor anunció que en unos días recibiría “algunas cosas e informaciones de orden extraterrestre”. Éstas serían las primeras comunicaciones “ummitas” según el primer (o segundo) reconocimiento público del tema Ummo, hasta donde hoy sabemos. Y siguiendo el relato de Sesma, cuando recibió esas informaciones pensó que se trataba de “una broma bien organizada”, y así se lo dijo al comunicante la siguiente vez que le llamó. Consideró lógica su reacción, y prometió al contactado el envío de nuevas pruebas, que consistieron en unas fotografías tridimensionales que un “emisario de Ummo” llevó a su domicilio y que pudieron ver el propio Sesma, su mujer y uno de sus hijos, así como en el anuncio horas antes de su primera publicación en prensa, y posterior confirmación, del aterrizaje de una de sus naves en Aluche y de otras dos en Australia y la antigua URSS. 
Café Lion, en cuyos bajos se hallaba situada "La Ballena Alegre"
Llegados aquí, conviene aclarar al lector que esos detalles figuran en varias cartas de Ummo, incluida la fecha de la primera llamada telefónica, que habría sido el 14 de Enero de 1966, y también en la subcategoría conocida como “cartas del Mecanógrafo”.  Hay otra fuente, inédita hasta ahora, que complementa y amplía los datos anteriores: aparte de confirmar ese día, se da la hora (12 de la mañana) y se revela la identidad del comunicante, DEI 98. Siguiendo con tan reveladora fuente, en esa primera llamada, o bien en otra posterior, el ummita indicó a Fernando Sesma que “recibiría una piedra roja de la antigua civilización de UMMO (y) poco después le enviaron dicha piedra que era artificial, redondeada y con 20 signos”. Tras nuevas llamadas que Sesma, por lo visto, no quiso atender, recibió por fin “el primer informe que hablaba de la telepatía”. En una nueva llamada dijeron a Sesma que le dejarían ver “durante cinco minutos un aparato para control de meteoritos, pero como Sesma les dijo que no entendía de estas cosas, le prometieron enviarle unas fotografías tridimensionales”. Un cambio de impresiones en la reunión semanal de la Ballena Alegre del Café Lion, entre Sesma y otro contertulio, sirve para datar, según Villagrasa y el citado capítulo de DM, la posible siguiente carta ummita recibida por Fernando Sesma, el 19 de Febrero de 1966 y desde Australia, con normas a seguir “en relación con los diversos informes que iba a recibir”, lamentando la crítica de dicho tertuliano (que era Dionisio Garrido) y pidiendo una rectificación. 
Además de lo dicho por Villagrasa, que se fijó en el dato más revelador de la D41-1 (que los ummitas utilizaban el lenguaje telepático, y que con esto se relacionaba una de sus peores enfermedades), hay otros razones para considerarla como la primera carta recibida por Fernando Sesma: por un lado, que sea precisamente con su trascripción que comience el segundo capítulo del serial ummita (DM, nº 761, 26 de Marzo de 1966), y por otro que al concluir dos semanas más tarde (DM, nº 763, 9 de Abril de 1966), se utilice en su penúltimo párrafo la siguiente continuidad: “Existen entre nosotros -continúa el primer informe- terribles enfermedades desconocidas para ustedes...”  Este mismo número ofrece otro dato revelador: que Sesma continuó su publicación “troceando” los informes, ya que, terminado el D41-1 en el nº 763, sigue aquí con el inicio del “informe accesorio sobre hallazgos de otros planetas habitados”. La semana siguiente (DM, nº 764, 16 de Abril de 1966) Sesma, tras resumir otra llamada ummita, sigue con la “Historia de nuestro cambio de gobierno” que figura en una carta distinta, y en el capítulo del nº 765 (23 de Abril de 1966) retoma la D41-16  para terminarla en el capítulo de la semana siguiente (DM, nº 766, 30 de Abril de 1966).  El resto del epistolario recibido por él versaba, entre otras cuestiones, acerca del indeterminismo y libre arbitrio, el conjunto conocido como “Vida cotidiana en Ummo”, la biografía de “Ummowoa” (figura similar al Jesucristo terrestre), el “cosmos” de diez dimensiones, pliegues en el espacio, la red social terrestre, o incluso sobre otros presuntos extraterrestres, como Saliano, infiltrados en nuestra sociedad. La última comunicación que recibió creemos fue la del anuncio de tres aterrizajes ummitas en Bolivia, Brasil y España, a finales de Mayo de 1967 y leída en la Ballena Alegre el día 30 de dicho mes. Cuando se terminó el serial en Diez Minutos, su director y fundador, Joaquín Valdés, recibió una carta ummita en agradecimiento por haber publicado las informaciones que mandaban a Sesma.  
En cuanto a si hubo alguien con anterioridad a Fernando Sesma que recibiera mensajes de Ummo, resulta difícil de determinar. Una pista sobre estos proto-corresponsales se encuentra en la carta D21, que ofrece una lista de personas contactadas, situando en primer lugar a un “especialista en Astrofísica del observatorio Astronómico de Fabra de Barcelona” a quien habrían informado por teléfono sobre estrellas novas, en Diciembre de 1961. Sigue a continuación con un catedrático de Medicina de Madrid en Marzo de 1962, otro catedrático de Química de Madrid en Enero de 1965, el ya citado perito mercantil en Febrero de 1966, Fernando Sesma, el pintor Enrique Gran, dos señoras de Madrid en Marzo y Abril de 1966, y por último el sacerdote P. Severino Machado en Abril de 1966. De todos ellos, sólo se ha podido confirmar la identidad de una de esas señoras así como la carta por ella recibida, quién podría ser la otra señora y que tanto Gran como Machado recibieron algún mensaje de Ummo. Respecto a la identidad del “catedrático de Medicina”, que también se presentó a sí mismo como corresponsal de Ummo desde Diciembre de 1965 en una carta remitida a Enrique Villagrasa a través del “mecanógrafo”, se ha especulado mucho sin llegar a nada concreto: el principal candidato fue el neurofisiólogo Dr. Antonio Gallego, nombre que se obtuvo a partir de la reconstrucción del membrete de la carta que aparecía recortado, pero el interesado siempre negó cualquier vinculación.   
Foto reciente del mural que presidía y daba nombre a los bajos del Café Lion
Aparte de Sesma, otros habituales de sus reuniones se iban interesando en unos mensajes que, al menos en apariencia, diferían bastante de los que hasta entonces se habían leído en la Ballena Alegre. Uno de ellos era Enrique Villagrasa, reincorporado a las tertulias en Febrero de 1966 tras leer en la prensa el aterrizaje de Aluche, y hubo de esperar hasta Octubre para recibir su primera llamada ummita, que por cierto atendió su sirvienta por hallarse ausente. Días más tarde, concretamente el 10 de Noviembre de 1966, recibió una carta firmada por DA 3 con el aviso de que telefonearían para preguntar qué temas le interesaban, y en una apostilla se decía que una carta similar se envió al conocido autor teatral de la época Alfonso Paso. El ummita llamó ese mismo día, y Villagrasa le indicó que deseaba recibir información sobre el espacio pluridimensional, el primer viaje de los ummitas a la Tierra, y los “ibozoo uu”, todo lo cual fue cumplidamente recibido desde finales de dicho mes hasta Noviembre de 1967.  
Más veterano incluso que Villagrasa era Dionisio Garrido, protagonista “involuntario” de la réplica ummita antes apuntada, y que recibió informes sobre parapsicología, astronomía, ordenadores, fotografía tridimensional con lentes gaseosas y descripción de dos aparatos para grabar sonidos sin partes móviles, con finalización en Julio de 1967. En Marzo de este año le tocaría el turno a otra persona asidua de las reuniones, Alicia Araujo, con una primera carta anunciándole el próximo envío de un informe sobre las bases biogenéticas de los seres vivos, que recibiría en varias entregas durante las semanas siguiente.  
Todos los citados hasta ahora tenían el nexo común de acudir a las tertulias de la Ballena Alegre en 1966/67, o bien de haberlo hecho años antes, pero hubo otro corresponsal que no tenía relación conocida con aquel ambiente: un supuesto Manuel Campo, presentado como abogado y/o sociólogo, y que se habría marchado a Sudamérica hacia el otoño de 1967. A su nombre iba dirigida una serie de cartas e informes (de presentación, acerca de la red social ummita y su forma de gobierno, sus conceptos juridico-políticos), pero recibidas por otros corresponsales, como Enrique Villagrasa. Otra diferencia es que Manuel Campo, al igual que el catedrático de medicina, ha permanecido siempre en el anonimato pese a los intentos para localizarle, y hoy por hoy nada sabemos de él, ni siquiera si ha existido realmente.             
Serie de fotos tomadas en San José de Valderas. Hacer click aquípara acceder a dos de las fotos en alta resolución.
En Abril y Mayo de 1967 se recibieron al menos tres cartas, por parte de Alicia Araujo, Fernando Sesma y Enrique Villagrasa, con el anuncio del próximo aterrizaje de una nave de Ummo en una zona cercana a Madrid y de otras dos en Bolivia y Brasil, en un margen que comprendía los últimos días de dicho mes y principios de Junio. Por lo que se refiere a Madrid, el vaticinio pareció confirmarse con un avistamiento multitudinario la tarde del 1 de Junio en varios lugares del Suroeste de Madrid (desde el barrio de San José de Valderas en Alcorcón, subiendo en dirección Madrid por la Carretera de Extremadura hasta llegar a la colonia de Santa Mónica en Campamento), y que se publicó al día siguiente en la prensa madrileña, con fotos incluidas que había obtenido un fotógrafo anónimo. 
 Aquellas tres astronaves tenían como teórica misión embarcar al cuerpo expedicionario ummita, replegado al efecto en esos tres países, para huir a su planeta debido al riesgo que habrían detectado de una posible guerra nuclear. Así lo explicó el “mecanógrafo” en una extensa carta recibida por Enrique Villagrasa en Junio de 1967. 
Sea como fuere, lo cierto es que en los meses siguientes apenas se reciben cartas ummitas, aunque el “mecanógrafo” se siguió prodigando con cartas personales dirigidas a varios corresponsales. Dos de las últimas de este período se recibieron por Enrique Villagrasa en Junio de 1968, y con ellas se le adjuntaba un informe sobre descripción de las naves de Ummo con notas complementarias. 
Mientras tanto, algunas novedades se habían ido produciendo en el grupo receptor, quien siguiendo la consigna “ummita” de no mezclar sus mensajes con los de otros presuntos alienígenas que escribían a Fernando Sesma y varios contertulios, se apartaron de la Ballena sin abandonar del todo aquel ambiente, y desde finales de 1967 y principios de 1968 comenzaron a recorrer varias cafeterías de la geografía madrileña (como Morrison y S’Agaró) para tratar específicamente el asunto Ummo. Es en este momento, una vez perdido el contacto ummita por Sesma, cuando el  llamado “grupo de Madrid” se va forjando, con nuevas incorporaciones como las de Juan Aguirre, Jorge Barrenechea, Alberto Borrás, José Antonio Cezón, Julián Delgado, Juan Domínguez, Rafael y Francisco Mejorada o el ciudadano francés Bernard Labro, que se añaden a los procedentes de la Ballena Alegre, entre quienes se hallaban no sólo los que habían recibido comunicaciones ummitas sino también José Luís Jordán, Joaquín Martínez, Franco Muela o Fernando Villalba. Y dos de los “veteranos", Enrique Villagrasa y Alicia Araujo, toman incluso la iniciativa para romper su carácter exclusivo y compartir la experiencia que estaban viviendo con otras personas ajenas al grupo. Así es como irrumpen en escena Antonio Ribera y Rafael Farriols de Barcelona en aquellos últimos meses de 1967, y poco después el párroco de Mairena del Alcor (Sevilla) Enrique López Guerrero.  
Foto de 1969 en " La Ballena Alegre"
(De izda. a dcha.: José Antonio Campaña, Balbina Barrera, José Luis Jordán, Isabel Nido y Alicia Araujo)
De esta manera se supera el monopolio madrileño, y a lo largo de 1968 los tres investigadores citados viajarán a Madrid para obtener información del grupo receptor, en el caso de Ribera y Farriols a fin de ampliar y documentar su estudio sobre las observaciones de Aluche y San José de Valderas, y en el del sacerdote para confirmar sus particulares teorías cristocéntricas. Tanto Ribera como el P. López Guerrero se vieron pronto incluidos entre los receptores de cartas de Ummo: la primera recibida por el escritor catalán, precedida de varias llamadas, fue en Octubre de dicho año, y durante 1969 y 1970 siguió recibiendo cartas e informes de variada temática, sobre el origen y procedencia de los comunicantes, acerca del lenguaje, filosofía, ontología, moral o teología, pasando por unos motivos para la divulgación controlada de dicha información, la felicitación por el alunizaje del Apolo XI, una exposición sobre la situación social terrestre (en envío conjunto a Dionisio Garrido) o el pésame por la muerte de Bertrand Russell. En cuanto a Enrique López Guerrero, recibió una carta al cabo de medio año de sus explosivas declaraciones, que empezaba con una cierta reprimenda, seguía con la crónica de su llegada y actividades en España, personas con quienes contactaron los ummitas, etc., y terminaba con un listado de hipótesis alternativas sobre su verdadera identidad.    
El hecho de que en este período el grupo de Madrid perdiese protagonismo no significa que perdiese también el contacto, ya que en 1969 salta a palestra el caso del “extraterrestre Atienza” y su emisario Francisco Donís, conocido en principio como “Sinod”. Tras la publicación de sus experiencias, en Enero de 1969 Donís recibió una carta de Ummo donde le proponían trasladar a su contacto “Atienza” unas preguntas, el contactado respondió en Febrero haciendo un llamamiento a los ummitas desde las páginas de La Actualidad Española, y a los pocos días recibió una segunda carta que incluía un código binario para ser formulado a “Atienza” en cuanto tuviese ocasión. La expectación creada con todo este intercambio fue enorme, y culminó en una concurrida reunión celebrada en el domicilio de Francisco Donís para dar lectura a dicha carta, pero el resto de asistentes quería aprovechar la oportunidad para entregar al anfitrión una serie de preguntas que éste a su vez comunicaría a los ummitas.  En un momento dado de la lectura, una mujer avisa a Donís que alguien le requiere al teléfono. Interrumpe entonces la lectura y contesta a la llamada, donde una voz gangosa le pide que "los hermanos reunidos en su domicilio no formulen preguntas a mis hermanos". Esta llamada pudo ser grabada en parte por uno de los presentes, Rafael Farriols, con la aplicación de una ventosa a un supletorio. Por cierto, que Farriols en el mes de Abril recibió su primera, que sepamos, carta ummita con una de cal y otra de arena: por un lado le reprochaban haber hecho la grabación, y por otro le felicitaban por la publicación de “Un caso perfecto”. 
Los contactos de Donís fueron poco a poco cayendo en el olvido para los medios españoles, aunque en el extranjero siguió dando que hablar por un tiempo, principalmente en Argentina: aquí se publicaba una revista llamada 2001 - Periodismo de Anticipación, y donde a partir de Junio de 1969 el asunto Ummo y sus aspectos más oscuros iban a ser objeto de polémica durante bastantes meses. En medio de todo ese fragor se recibió, en forma de microfilm, la primera carta-circular ummita, es decir, el mismo documento enviado a una serie de personas. Fue en Septiembre, venía matasellada de Berlín, y era una típica carta de presentación, con datos astronómicos y geográficos de Ummo, así como una tabla de equivalencias matemáticas. La mayoría de los receptores fueron argentinos, desde la propia revista 2001, hasta los investigadores Ariel Ciro Rietti, Pedro Romaniuk, el P. Segundo Benito Reyna, y probablemente el ufólogo y exiliado español Luis Anglada Font. También hubo franceses (los muy conocidos Aimé Michel y René Fouéré) y la revista italiana de misterios Clypeus. Curiosamente, sólo se conoce un receptor español de esta carta microfilmada: Eduardo García Guirardó, un joven ufólogo residente en Melilla y, por lo que sabemos, ajeno a la Ballena Alegre y las reuniones del grupo de Madrid.   
En Octubre del mismo año el ufólogo valenciano Vicente Juan Ballester Olmos, entonces presidente del grupo C.E.O.N.I., convocó en una finca de Galapagar (Madrid) la primera reunión de investigadores ovni a nivel nacional, a la que entre otros asistieron veteranos como Antonio Ribera, Óscar Rey Brea o Manuel Osuna (estos dos últimos muy críticos con la supuesta realidad de Ummo), y exponentes de la 2ª generación como Félix Ares y David Gustavo López, que pertenecían al grupo Aleph, uno de tantos que se dedicaban a la investigación ufológica en Madrid. Entre las decisiones que allí se tomaron, una consistió en unificar los dispersos grupos y grupillos madrileños en una sola entidad, y así, el 17 de enero de 1970 un total de diez personas firmaron el acta constitutiva de Erídani - Agrupación de Estudios Cosmológicos (A.E.C.). Aparte de Ares y López, allí se encontraban varios integrantes del grupo de Madrid, como Enrique Villagrasa, Alberto Borrás, Bernard Labro o Franco Muela, y también José Luis Jordán, que fue elegido presidente del nuevo grupo, y que hasta entonces había dirigido el I.C.S.A.D.E.  Pronto se constató la existencia de dos tendencias diferentes en el seno de Erídani: los partidarios de un estudio serio y general del fenómeno OVNI que tampoco ocultaban su aversión por el tema Ummo, liderados por Félix Ares y David López, y los que preferían estudiar el tema y sus ramificaciones, encabezados por el presidente Jordán y restantes miembros del grupo de Madrid que se habían afiliado a Erídani.  
El hecho de que a lo largo de 1970 y 1971 se recibiesen varias cartas ummitas en la sede de Erídani, no contribuyó precisamente a mejorar la situación. La cuestión estrella fue la supuesta vigilancia por parte de la C.I.A. americana a varios de los socios por su interés o dedicación al estudio de Ummo, y la propuesta de una cita en Londres para recibir “instrucciones” debido a las dificultades que tendrían los “ummitas” para sortear ese control. El epílogo de tales “espionajes” llegó con una carta recibida en Enero de 1971 por Alberto Borrás, a la que se acompañaban dos carnés y una fotografía extraviadas (?) del pretendido agente encargado de dicha vigilancia. 
Esta situación contribuyó a las suspicacias dentro de Erídani, y el hecho de que el grupo de Madrid celebrase en su sede reuniones sobre Ummo a espaldas de los demás socios ajenos al tema, y que se siguieran recibiendo mensajes en su domicilio sin que se compartiesen con dichos socios, precipitó la crisis en Mayo de 1971 con la salida de Félix Ares, David López y la sección juvenil de Erídani, entre otros, durante las semanas siguientes. Por la coincidencia de fechas, suponemos que el desencadenante fue la recepción en la propia Erídani de dos cartas mataselladas en Londres: la primera se recibió el 24 de mayo, con doce días de diferencia respecto de la fecha del matasellos, y según parece no llegó por mano del cartero “sino de un joven desconocido que la dejó en la portería”. A diferencia de los últimos envíos recibidos, donde predominaba el lado anecdótico o personal, esta misiva recuperaba el tono de los informes abordando cuestiones de exobiología y la posibilidad de vida superior, diferencias anatómicas entre los terrestres y los ummitas, así como la vida sexual en Ummo, con unas notas al final.  La segunda fue recibida el 19 de junio por el secretario de Erídani, cargo desempeñado por Bernard Labro, y se daban unos consejos para evitar o paliar la dependencia de los ummitas que podía afectar a los miembros del grupo, y unas razones que les impedían aportar pruebas más firmes de su existencia. Con estos acontecimientos en torno a Erídani, no es de extrañar que la paciencia de los “separatistas” llegara a su límite, y terminasen por abandonar la entidad.    
Dña. Margarita Ruiz de Lihory
En lo que restaba de año no se recibieron más cartas ni informes, aunque sí ocurrió otro hecho que estimamos relevante para nuestra historia: desde primeros de 1971, el ufólogo sevillano Ignacio Darnaude, con la ayuda de Manuel Osuna, había desplegado una intensa actividad movilizando a parientes, amigos y otros corresponsales en Albacete, con el objetivo de verificar unos detalles sueltos sobre la llegada de los “ummitas” a España, citados en un par de cartas, donde se decía que una dama amante de los animales, Margarita Ruiz de Lihory, les habría ayudado y hospedado en su palacio albaceteño donde clandestinamente realizaron experimentos biológicos con animales propiedad de la dueña. Darnaude distribuyó entre algunos investigadores un informe que había realizado en relación con el caso de la “mano cortada”, un escabroso suceso de mutilación de cadáver donde estuvo implicada dicha señora. Este asunto fue motivo de varias cartas ummitas recibidas por el propio Darnaude en 1972 y 1973, esta última con matasellos de Estocolmo. 
Hasta la clausura de Erídani en 1975, la correspondencia ummita se repartirá entre Madrid (dicha entidad y algunos socios) y Barcelona (Rafael Farriols). Los informes de contenido técnico o científico casi desaparecen y dejan su lugar a las que podríamos denominar “cartas de mantenimiento”, situación que se prolonga hasta la reactivación del tema Ummo en 1987. Entre 1972 y 1974 los informes versarán sobre el estado de la red social terrestre y su evolución, el alma colectiva y el Pluricosmos. Y las cartas serán con mensajes personales a diversos destinatarios, la organización del segundo simposio de Ummo en Barcelona, riesgo de alerta nuclear durante la guerra del Yom Kippur y oferta de un refugio antiatómico en la sierra de Gredos, o sobre los problemas internos de Erídani recomendando temas para ciclos de charlas y defendiéndola frente a la acusación de ser la tapadera de una secta. 
Durante más de cinco años no se volvió a tener noticias de la fuente Ummo, con la excepción de dos cartas recibidas en 1976 sobre la participación de miembros del grupo en uno de los primeros episodios del programa televisivo Más Allá presentado por el psiquiatra Fernando Jiménez del Oso con unas pautas para controlar la difusión de los informes, y la segunda sobre ciertas llamadas telefónicas “apócrifas” e insistiendo en la cuestión de la publicación de sus textos con las ventajas e inconvenientes que ello acarrearía según los “ummitas”.    
Como decíamos, hasta 1979 no se recibe en España, que sepamos, más información “ummita”, con el contrapunto de las primeras divulgaciones masivas del affaire Ummo, destacando por su importancia el primer libro monográfico que Antonio Ribera dedicó al tema, precedido de otros dos publicados en 1978.   
La carta que puso fin a la sequía informativa fue recibida en Mayo de 1979 por un nuevo corresponsal, Luís Jiménez Marhuenda, periodista y locutor radiofónico en Alicante. Aunque la carta está fechada el 23 de Mayo de 1978, parece ser que aquí los “ummitas” equivocaron el año. Se trataba, una vez más, de una carta de presentación donde justificaban su silencio por haber estado fuera de nuestro planeta largo tiempo, añadían que habían regresado en Octubre del año anterior y aterrizado en Dinamarca. Seguía un resumen de sus contactos revelando que hubo dos momentos críticos (su participación en el incidente de la “mano cortada” y en el aviso luego confirmado de la alerta nuclear de 1973) y el envío final de saludos para una serie de personas. Poco después Juan Aguirre recibió otra carta revelando la existencia de dos bases ummitas (una en Dinamarca y otra en un lugar indeterminado de la sierra madrileña), con vocación de informe ya que hablaba de los ibozoo uu y su relación con las armas de plasma denunciadas como peligrosas por su valor estratégico en el clima de guerra fría de la época.  
En 1980 se desató una especie de fiebre por el tema Ummo, motivada por la repercusión de los libros que hemos comentado y por su tratamiento en diversos medios de comunicación, tanto hablados como escritos. Gracias a la voluntad del recién llegado Jiménez Marhuenda y del grupo C.I.M., en Marzo de ese año se celebró en Alicante una tercera reunión pública bajo el título "Jornadas Conmemorativas y de Estudio del Planeta UMMO". En la cual participaron los más importantes investigadores e implicados del momento en el asunto Ummo. Y como una reedición del simposio de 1971, hubo comentarios de la recepcionista a varios de los asistentes sobre dos personajes muy raros que ni siquiera sabían firmar con un bolígrafo en la tarjeta de identidad. 
Este segundo rumor tomó carta de naturaleza cuando en Abril, Luís Jiménez Marhuenda recibe una carta de Ummo desde Albacete a propósito de las recientes jornadas que venía, además, acompañada de una laminilla radiactiva. Aparte de confirmar la presencia de dos ummitas, expresaban su frustración por las actitudes vehementes que detectaron durante la reunión y criticaban al género humano por sufrir patologías diversas y ponerse en manos de líderes enfermos capaces de cualquier desastre, para terminar con los saludos habituales. Al igual que en 1979, con pocos días de diferencia Jorge Barrenechea recibió otra carta que empezaba dando el pésame por la muerte de Jean Paul Sartre y luego redundaba en cuestiones parecidas, sobre la caótica situación socio-económica en la Tierra y la imposibilidad de prestar ayuda a la humanidad por el peligro de que sus adelantos, soluciones, etc. se manipulasen por las clases dirigentes, y con una despedida pesimista: “No nos atrevemos ni siquiera a aconsejarles. Tememos que cualquier palabra nuestra sea mitificada, distorsionada, corrompida, frivolizada. Les vemos dirigirse cantando, tañendo, divirtiéndose como niños inconscientes a un cementerio de residuos nucleares. Que WOA se apiade de ustedes”.  
Tras este jarro de agua fría no hubo más comunicaciones hasta 1983, salvo una carta de mantenimiento en Enero de 1981 sobre el envío de sus cartas a personas inestables y el riesgo de dogmatismo que ello suponía. Mientras tanto, otras cosas interesantes sucedían: en Junio de 1980, Ignacio Darnaude publicó un primer inventario de documentos de Ummo, origen de su famoso “Catálogo documental del criptogrupo Ummo” conocido abreviadamente como Ummocat, herramienta de trabajo imprescindible para cualquier estudioso del tema. En Junio de 1981, L. Jiménez Marhuenda recibe una felicitación ummita por el lanzamiento del trasbordador americano Columbia, que fue publicada como auténtica junto con las de 1979 en adelante que estamos comentando. Sin embargo, dicha carta se reveló como un pequeño experimento urdido por investigadores argentinos, y coincidió en los años ‘80 con otros mensajes falsos tipo bromas, juegos o experimentos similares fruto probablemente de la difusión que estaba alcanzando el asunto Ummo. 
En 1983 y 1984 se recibieron sendas cartas ummitas por el método indirecto ya apuntado. La primera, fechada el 27 de Febrero de 1983 y franqueada el 12 de marzo en Kuala Lumpur (capital de Malasia), iba dirigida a Juan Aguirre pero fue entregada, según se advertía en el propio texto, en mano al P. Manuel Álvarez, director del Colegio Mayor San Agustín (Madrid) y organizador de unas charlas-coloquio sobre el asunto Ummo celebradas en Marzo de 1983. La entrega se hizo por una señorita que llegó mientras se clausuraba el coloquio: la misiva comenzaba afirmando el control postal y telefónico que los “ummitas” ejercían sobre varios miembros del grupo, auguraba un futuro pesimista para la humanidad, y luego se abordaban otras cuestiones más propias de los informes, con una exposición sobre el alma colectiva, las mutaciones genéticas y la amenaza de la carrera armamentística en varios países. En este año uno de los componentes más destacados del grupo, Juan Domínguez, da a conocer sus hipótesis sobre los universos múltiples y la posibilidad de los viajes espaciales basadas en dicho modelo, todo ello según los informes ummitas y otras fuentes. 
El doctor Juan Aguirre
En Marzo de 1984, y coincidiendo con un segundo coloquio en el mismo Colegio Mayor, es nuevamente Juan Aguirre quien recibe en su domicilio una carta ummita con matasellos de Zimbabwe, al parecer incompleta, acompañada por otra personal de un corresponsal anónimo. Como en la del año anterior, el receptor no era el destinatario de la carta, ya que en este caso iba dirigida a Rafael Farriols: se insistía en el control telefónico sobre miembros del grupo, revelaba una estrategia del descrédito a base de pruebas y contra-pruebas, para concluir con un panorama sombrío de la situación político-social terrestre y el riesgo de una guerra nuclear.   
En este mismo año ocurre otro hecho importante para nuestra historia: Juan Aguirre, uno de los más activos miembros del grupo de Madrid, publica a través de una copistería madrileña la recopilación de todos los informes de Ummo conocidos hasta esas fechas. Los Escritos de UMMO, nombre por el que se designará esta recopilación, se componen de primeras por cinco tomos, aunque en la versión definitiva quedarán organizados en tres. De esta forma, a partir de 1984 se pone al alcance de curiosos e interesados toda la suma de informes y cartas atribuidos a la fuente ummita. 
Hasta 1987 no habrá más comunicaciones, y a partir de Marzo de este año surge una etapa diferente, caracterizada por los informes más que por las cartas al estilo de los años ’70, lo cual aproxima este período con el caudal informativo de la primera época, conversaciones telefónicas incluidas con los anónimos remitentes. Los envíos se repartirán entre Madrid y Barcelona, y en el primer caso habrá nuevas incorporaciones permanentes (Javier Muela, Alfredo Lara, Julián Barrenechea) o esporádicas (P. José Mª Pilón o Julio César Iglesias) que servirán para suplir a integrantes desaparecidos como Alicia Araujo, Franco Muela o el P. Manuel Álvarez. 
El arranque ese mes de Marzo fue con cuatro cartas, que sepamos, y dos informes: las primeras se planteaban como una declaración de intenciones de la información por llegar, daban el pésame por los miembros del grupo recientemente fallecidos, denunciaban la explotación de la mujer y las cartas falsas recibidas ofreciendo como garantía la utilización de la misma máquina de escribir que en los años ’60 y una laminilla incorporada,  pasando por la petición de obtener copias fotostáticas de las primeras comunicaciones por haber destruido el “mecanógrafo” y otros colaboradores las que guardaron, así como de una muestra caligráfica de los interesados en Ummo, todo ello para conservarlo en sus museos. La cuarta carta anunciaba el próximo envío de un informe sobre el alma colectiva y ofrecía nuevos detalles sobre su implicación en el caso de la “mano cortada” y otras actividades en Albacete para recuperar un instrumento de cromo-manganeso fabricado en Ummo que habría terminado en manos de un agente de la C.I.A. americana. 
El informe anunciado, como la carta, iba dirigido a Juan Domínguez aunque fue recibido por Jorge Barrenechea, y versaba acerca del “buaue biaeii” o alma colectiva planetaria, los dos universos-límite (el de las almas individuales y el de las almas colectivas), el “waam-waam” o parejas de cosmos gemelos, y las experiencias post mortem.  El segundo informe, acompañado de una carta introductoria con saludos y mensajes personales para varios miembros del grupo, se recibió con pocos días de diferencia por Barrenechea aunque dirigido a Rafael Farriols, se presentaba como complemento del anterior y era una sinopsis del concepto “waam-waam”, la interacción entre los distintos cosmos y la masa imaginaria como elemento clave de tales perturbaciones y de ciertos “efectos frontera” provocados en el límite de universos adyacentes. Estos dos informes culminan la cosmo-teología “ummita” avanzada en textos anteriores, y según algunos estudiosos del tema se erigen en piezas maestras de la literatura ummita tanto por su originalidad como trascendencia. 
En Abril y Mayo se reciben tres nuevos textos con la novedad de ser dirigidos a la esposa de Jorge Barrenechea, Carmen Borrás: los dos de Abril trataban sobre el aborto y un resumen de la prehistoria y hallazgos arqueológicos de Ummo con sus descubrimientos científicos, y el de Mayo sobre la opresión secular de la mujer por el hombre.      
La siguiente comunicación llega en Octubre de 1987, a modo de carta del “mecanógrafo” adjunta con otra que se decía trascripción de una grabación magnetofónica (?) donde los “ummitas” desmentían haber aportado datos técnicos a Juan Domínguez para su patente de la televisión en relieve. 
Dos meses después se recibe un informe acerca de las repercusiones en el Pluricosmos que supondría la violación de las leyes naturales y morales universalmente aceptadas. 
En Enero de 1988 se produce una nueva andanada, con la recepción por parte de Jorge Barrenechea de un informe en tres partes sobre los “oemmiwoas” como especie de avatares o mutantes cósmicos que impulsaban la evolución de las humanidades donde encarnasen, para terminar en la tercera con una comparación entre Ummowoa y el Jesús cristiano que denominan “Oyagaawoa” confirmando la autenticidad de la Sábana Santa de Turín. El mismo corresponsal recibe entre Enero y Febrero otro informe en dos fracciones revelador del plan para la toma del poder por los “ummitas” ante un peligro de guerra mundial con armas nucleares, de plasma o biotecnológicas, proseguía con incidentes sufridos por ellos en Australia y EE.UU., su conocimiento de otras civilizaciones alienígenas llegadas a Tierra con listado de ciudadanos españoles manipulados por los expedicionarios de una de ellas, y varias notas, una de ellas con nuevos datos sobre el caso de la “mano cortada”.  
Durante los meses siguientes se vuelve a la tónica de las cartas: así, en Febrero Jorge Barrenechea recibe una carta acompañada de otra destinada a Antonio Ribera en su defensa y en la de Fernando Sesma ante insinuaciones de plagio vertidas en la revista Interviú, más otra en inglés y su correspondiente traducción dirigida a Juan Aguirre pero con destino al periodista Joaquín Francés como réplica a tales contenidos. En Mayo se recibe una breve comunicación sobre ciertos contactos comerciales efectuados por varios miembros del grupo, y en Agosto se continúa en otro envío la cuestión del núcleo empresarial, agradecen el interés mostrado en publicar el desagravio a Sesma y Ribera, critican otras injusticias como la prisión del líder sudafricano Nelson Mandela, y terminan reconociendo su intervención en la curación de la enfermedad sufrida en Marzo por José Luís Jordán. 
En otoño de 1988 se producen dos hechos que no guardan relación alguna, pero que producirán una reacción en la fuente ummita: en Septiembre la revista Cuadernos de Ufología publica el artículo “Ummo: 20 años de paranoia compartida”, firmado por el médico catalán Carles Berché, en el cual, además de analizar varios errores contenidos en los informes ummitas, aventuraba la hipótesis de que posiblemente José Luís Jordán fuese el creador de todo el asunto Ummo. Y en Octubre, la prensa internacional publica los resultados del estudio que varios laboratorios habían realizado con muestras de la Sábana Santa o Sindone de Turín, indicando que fue fabricada en el siglo XIV y que por tanto nunca pudo cubrir el cuerpo de Jesús. En ambos casos será Jorge Barrenechea el receptor de una serie de cartas en Octubre y Noviembre que culminarán por un lado en una carta colectiva firmada por varios miembros del grupo de fecha 23 de Octubre de 1988 restando credibilidad al tema y negando haber reconocido alguna vez su origen extraterrestre, y por otro en un coloquio sobre la Sábana Santa precedido de varias cartas denunciando un fraude sin especificar cometido en ella, otras con instrucciones para el evento y lista de asistentes más un sobre lacrado conteniendo el informe que debía leerse durante la reunión.  
Ésta tuvo lugar el 20 de Noviembre de 1988, y en ella se leyeron dos cartas: una recibida días antes por el periodista Julio César Iglesias exponiendo la teoría de los “oemmiwoas” y lamentando que el engaño cometido con la Sindone hubiera privado a la humanidad de la única prueba disponible sobre el “Ummowoa” terrestre. La otra era el informe del sobre lacrado y explicaba en qué consistía dicho engaño, siempre según los “ummitas”: se reconocía, aparentemente en línea con los polémicos resultados de los laboratorios, que la Sábana Santa conocida por el público era en efecto falsa, pero que existía una verdadera que estuvo expuesta en Turín hasta 1929. Ciertos análisis de la época hicieron que una parte de la curia vaticana “conspirase” para cambiarla en secreto por una reproducción cuidadosa, para lo cual obtuvieron una tela del siglo XIII fabricada en Jaffa (Israel), construyeron un molde metálico con la figura representada en la verdadera Sindone, y calentándolo a una temperatura adecuada lo aproximaron a la tela, y el resultado sería la reliquia expuesta en la Catedral de Turín. 
Con esta reunión se cierra la etapa iniciada a comienzos de 1987, y varios hechos ocurridos después traerán cierto desencanto al grupo e incluso la decepción entre algunos de sus miembros con un progresivo alejamiento del tema, como en el caso de Juan Domínguez. Entre los desencadenantes, se pueden mencionar la significativa coincidencia de fechas de la convocatoria en el hotel Sanvy con la reunión en otro hotel madrileño de la cúpula de la iglesia de la Cienciología (que terminó detenida en una redada policial) y el detalle de que a dos de los invitados se les había relacionado con sectas, una extraña entrevista celebrada días después por dos miembros del grupo con un conocido periodista y ufólogo madrileño a quien responsabilizaban del trabajo de Carles Berché para leerle un supuesto texto de Ummo recibido por José  Luís Jordán donde se implicaba a dicho periodista en tramas sectarias, la curiosa insistencia de los “ummitas” en defender la autenticidad de la Sindone aún a costa de plantear un fraude más extraño que el propuesto por los laboratorios, y la frustración del núcleo empresarial animado por Ummo  debido a disensiones internas del grupo. 
En Septiembre de 1989 se produce un supuesto aterrizaje OVNI en la ciudad de Voronezh (antigua URSS), con la observación de varios humanoides. Cuando los jóvenes que fueron testigos del hecho representaron lo ocurrido plasmaron, al parecer, el signo ummita en uno de los dibujos del objeto aterrizado, y en Febrero de 1990 varias personas recibieron una nueva carta-circular de Ummo que asumía el suceso de Voronezh como una demostración de su presencia, se aludía a conferencias sobre desarme y la paz mundial mantenidas con los líderes de las superpotencias, y terminaba dando el pésame por la desaparición del científico y disidente soviético Andrei Sajarov a quien también habrían mandado informes. La quinta de esas conferencias se anunciaba para el siguiente 14 de Abril en la ciudad alemana de Essen con la presencia de representantes de George Bush y Mijail Gorbachov, y diez días antes varias personas reciben otra carta, esta vez en español y franqueada en Ávila, con hipotéticos invitados y excluidos a dicha cumbre, una nueva confirmación del aterrizaje en Voronezh, lamento por la disolución del “grupo de Madrid” y el aviso de que los mensajes cesarían debido a su retirada de España. 
Sin embargo, nueve meses después se conoce una nueva carta ummita sobre la crisis en el Golfo Pérsico, la tercera confirmación del caso de Voronezh, el aviso de su próxima marcha de la Tierra al haber finalizado su labor con los líderes terráqueos y la fecha del último contacto mantenido con el presidente G. Bush, su conocimiento de un informe secreto con las probables fechas del ataque aliado, y el riesgo de que comandos terroristas contaminasen depósitos de agua potable en varios países occidentales (incluida España) con virus modificados genéticamente. 
En el intervalo que va de 1991 a 1993 parece que el protagonismo español cede ante el creciente interés que el “affaire Ummo”, nunca mejor dicho, despierta en Francia. El mérito de ponerlo de moda correspondió al físico galo Jean Pierre Petit, muy interesado en los textos ummitas desde años atrás, que publica su primer libro sobre el tema y, curiosamente, empieza a recibir informes de Ummo acerca de su especialidad, la Magnetohidrodinámica, y otros sobre física teórica, cosmología, ondas gravitacionales o la inversión de los “ibozoo uu” . 
La siguiente carta “ummita” recibida en España, que sepamos, fue en Abril de 1993 por Rafael Farriols, a quien se avisaba de riesgos en inversiones financieras y que organizase en su casa una reunión de “ummólogos” cuya intención era, entre otras, la de reanimar la creencia en Ummo de su principal corresponsal en los años inmediatos, Jorge Barrenechea, y que José Luís Jordán les explicase la verdad de lo que sabía sobre el “affaire Ummo... Los antecedentes de tan singular ruego habría que buscarlos en 1992 cuando, durante unas jornadas esotéricas celebradas en Madrid, la intermediaria “Mari Sol” se descubrió ante dos miembros del grupo y uno de los conferenciantes. Jordán excusó su asistencia a la reunión en carta a Rafael Farriols donde se autoinculpaba de ser el único autor de los informes ummitas, y en una segunda al mismo destinatario recogía el “código ético” que aplicó en su presunto experimento. Estas dos cartas, fechadas el 6 y 8 de Abril de 1993, constituyen el primer reconocimiento comprobado de José Luís Jordán admitiendo su implicación en el asunto Ummo. 
Estas declaraciones que ya entonces parecieron a muchos contradictorias e insuficientes, motivaron a un grupo de estudiosos españoles y extranjeros para poner en pie sus investigaciones e hipótesis de trabajo pero también como respuesta seria a las dudas planteadas por José Luís Jordán con su confesión. De esta manera, la misma revista que en 1988 dio a conocer la teoría del Dr. Berché sobre la paranoia compartida, en 1994 realizó el esfuerzo de presentar un variado dossier que luego ha servido de fuente, no siempre reconocida, a escritores y periodistas cuyas publicaciones lograron mayor eco.   
Tres años tardó el grupo español en volver a tener noticias de Ummo: fue en Julio y Agosto de 1996 cuando de nuevo Rafael Farriols recibe dos cartas, al parecer franqueadas en Madrid, con la solicitud de que en fechas determinadas, para así controlar su línea telefónica, llame a diversas personas a fin de pulsar su interés por el tema, elogios a su libro inédito “El Hombre, el Cosmos y Dios”  con la corrección de dos errores, la desaparición del riesgo financiero y una lista de candidatos para recomponer el grupo de interesados en Ummo. Aunque se autorizaba la difusión de las cartas por copia, se hacía con la exigencia de ocultar el sello identificativo, ya que presentaría alguna diferencia con el símbolo clásico. Este detalle es el que permitiría autentificar futuros envíos de la fuente ummita y distinguirlos de los falsos, y quizás sea esta la razón por la que quienes lo conocen aún lo mantienen en secreto. 
Foto de la casa de Rafael Farriols. Puede apreciarse el símbolo de UMMO arriba junto a la antena.
Lo cierto es que desde 1996 ningún corresponsal español, que sepamos, ha vuelto a recibir mensajes ummitas, con lo cual la espera que podría justificar para algunos el mencionado secreto se está demorando más de trece años, intervalo temporal mayor que cualquiera de los períodos de ausencia informativa que hemos citado a lo largo de este trabajo.   
Sin embargo, desde 2003 se han recibido en Francia unas comunicaciones que podrían ser la excepción a dicha ausencia. El interés por el “affaire Ummo” en el país vecino fue en aumento gracias a la tarea divulgativa de Jean Pierre Petit y otros estudiosos, como los que al comienzo de la década se agruparon en la web site Ummo-Sciences animada por André Jacques Holbecq. Algunos de ellos han publicado libros sobre sus investigaciones, destacando un estudio lingüístico del idioma ummita. Dichos mensajes se han divulgado con ciertas restricciones, desde supresión de párrafos personales y anexos, hasta la identidad de algún receptor protegida con pseudónimo. Éste fue el caso de “Pierre Martain”, receptor de cinco de esas cartas a lo largo de 2003 enviadas todas ellas desde Francia, la primera de las cuales era de presentación, sobre el contacto de Ummo con otro supuesto planeta llamado “Dookaaia” que influyó en su evolución científica y espiritual, la idea de la comunidad galáctica autovigilándose bajo el principio de no injerencia, y las siguientes misivas trataban cuestiones tales como la patología psicológica que afectaría a la civilización terrestre y noción del psico-virus, los paralelismos entre la sociedad ummita y la japonesa o la vulcanología. También de comprensión hacia el grupo español por sus faltas de confidencialidad, pésame por la muerte de Sergio Vieira de Mello, seguimiento de los correos electrónicos entre los componentes de Ummo-Sciences, elogios y recomendaciones a dos de ellos, origen extraterrestre de los agroglifos británicos, precisiones de la geografía en Ummo, interferencias de la masa imaginaria sobre la telepatía de los ummitas, demografía y control de natalidad, fisiología y comportamiento ummitas, ceremonia en Ummo de la muerte consentida y conversión en helio, así como reacciones oficiales ante su presencia y modelo predictivo de intervención en Tierra. Cabe destacar, que tras de 36 años sin confirmar o anticipar observaciones de sus naves, salvo en el caso de Voronezh, en una de estas cartas y al igual que entonces se menciona un triple aterrizaje ocurrido en Estados Unidos, Australia y México. Los propios gestores de Ummo-Sciences avisan que la ausencia de ciertos elementos de validación “tradicionales” sugiere que estos envíos podrían ser apócrifos, quedando pues su autenticidad en cuarentena. 
En Enero de 2004 le llega el turno a Alban Nanty, con la recepción de un informe que por su contenido y pretensiones recuerda a los clásicos españoles, en el que tras reiterar su seguimiento de los correos en la lista francesa, se habla de la lógica tetravalente, la idea de “aïooyaou” o de realidad indeterminada de existencia potencial y predecible, y de los conceptos de retropositividad y su simétrico de retronegatividad. 
Aquí se producirá un paréntesis de cinco años, durante el cual se estrecharán los lazos entre el grupo francés y el españo con la organización de reuniones bilaterales y semipúblicas tanto en el país vecino como en el nuestro: aquí podemos destacar las celebradas en Octubre de 2004 y el mismo mes de 2005 en Madrid, con la presencia inesperada en la última de José Luís Jordán.  
El comienzo de 2006 traerá una aparente reactivación del asunto Ummo, con mensajes que reciben diversos investigadores españoles (entre ellos quien suscribe) por correo postal y electrónico sobre temas tales como la física de las gotas de lluvia o la situación sociocultural en el mundo con especial atención a la española. Estas comunicaciones procedían de un pretendido “ummita” que se hacía llamar “John Axee”, y como uno de los receptores advirtió entonces “manifiestan una acusada similitud con determinadas entrevistas a José Luís Jordán Peña y ciertos artículos de su pluma, en cuanto a temáticas, terminología, tics verbales y estilo general”. La sospecha se ha confirmado por varios lados, como el propio J. L. Jordán enviando correos electrónicos desde la misma dirección que “John Axee”, o lo manifestado poco antes de iniciarse estos envíos por uno de los receptores a Jordán de que le haría ilusión recibir una “auténtica” carta ummita y que en lo enviado a él se mencionaran detalles sólo conocidos por ambos.       
Por razones editoriales se publica en 2007, y no antes, un libro de Juan José Benítez dedicado al affaire Ummo, algo poco sorprendente si se tiene en cuenta que su interés por el tema venía de antiguo. El escritor navarro relata sus encuestas de OVNIs con el típico emblema ummita o diversas variantes, y entre ellas destacan su investigación sobre un incidente de mutilación de ganado ocurrido en el altiplano boliviano hacia 1967 y que podría guardar relación con el vaticinio de tres naves “ummitas” aquel año, la averiguación de nuevos testimonios que relaciona con el caso de San José de Valderas, así como toda la parte relativa a sus conversaciones y entrevistas con José Luís Jordán titulada, de modo harto revelador, como “El cuento del lobo”.  
Finalmente, en Marzo de este año el grupo francés vuelve a tener noticias de la fuente Ummo, mediante un informe que recibió Jean François Dupouy por correo ordinario y el mismo día por e-mail privado la lista Ummo-Sciences. Tras recordar una vez más el control mantenido sobre dicha lista, se compara el desarrollo artístico terrestre con el ummita, la noticia de que uno de los expedicionarios de 1966, DA 3, construyó en Ummo un museo dedicado a la cultura terrestre, un recuerdo a las víctimas de Chernobyl, y tres anexos sobre la biología y costumbres de antropoides con quienes comparten su planeta y elogios a los trabajos de la primatóloga Jane Goodall, el origen astronómico de su cómputo temporal, y el último sobre su calendario y las características astronómicas de un segundo planeta en su sistema estelar llamado “Nawee”. 
Aquí termina esta crónica. El autor recuerda al lector el llamamiento que hizo en la primera nota, y se permite hacer otro a las damas y caballeros de Ummo, sean de 14 años luz o de unos kilómetros de Madrid, París o cualquier otra ciudad terrestre: os esperamos.

Madrid, Diciembre de 2009.
El autor de este trabajo, delante del palacio de San José de Valderas.

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